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Investigadores de diversos centros han desarrollado un implante basado en grafeno capaz de detectar actividad eléctrica cerebral a frecuencias extremadamente bajas y sobre grandes superficies. Esta tecnología podría permitir un conocimiento más profundo del cerebro y facilitar la llegada de una nueva generación de interfaces cerebro-ordenador.
Durante décadas se han usado guías de electrodos para detectar la actividad eléctrica en el cerebro, mapeando la actividad de diferentes regiones. Sin embargo, hasta ahora, estos electrodos solo han podido detectar la actividad por encima de cierto umbral de frecuencia. La nueva tecnología supera esta limitación y hace accesible el gran volumen de información que se encuentra por debajo de 0,1 Hz.
Esta técnica usa una innovadora arquitectura basada en transistores que amplifica las señales del cerebro in situ antes de transmitirlas al receptor. El empleo de grafeno en la fabricación de esta nueva arquitectura significa que el implante resultante puede incorporar muchos más puntos de detección que una guía de electrodos estándar, al mismo tiempo que es suficientemente delgada y flexible como para poder aplicarse sobre grandes áreas de la corteza sin producir rechazo ni interferir en el funcionamiento normal del cerebro.
El resultado es un mapeado sin precedentes de la actividad cerebral de baja frecuencia donde se encuentra información crucial sobre diferentes eventos que tienen lugar en el cerebro, como el inicio y progresión de un ataque epiléptico. El estudio se publica en Nat Mater 2018.
enero 30/2019 (neurologia.com)