El equipo multidisciplinar de profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid (UVA) y de las Escuelas Técnicas de Ingeniería de la UVA y de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y coordinado por Alfredo Corell, profesor de Inmunología Humana en la UVA y vocal de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), se enmarca dentro de un proyecto más amplio de innovación docente que, bajo el nombre de Immunomedia, dirige el propio Corell desde hace 12 años, y que consiste en el empleo de técnicas de enseñanza no convencionales para impartir la asignatura de Inmunología, obligatoria en segundo de Medicina.
Partiendo de la experiencia previa de Corell en el uso de estas técnicas y de iniciativas lúdicas en el aula, la investigación, realizada durante dos cursos académicos, consistió en comparar el rendimiento de dos grupos de alumnos: el primero, denominado itinerario A o grupo de control, se preparó la asignatura de Corell de forma convencional (clases magistrales, material docente, examen final…) y el segundo, itinerario B o grupo experimental, utilizó una aplicación informática diseñada conjuntamente por los ingenieros de la UVA y la UNIR, el Questournament.
“El uso de técnicas lúdicas no era algo nuevo en mi forma de entender la enseñanza médica, pero hasta entonces el rastreo de los resultados se hacía de forma manual y necesitábamos algún soporte informático que diera datos más precisos. Questournament es una herramienta de gamificación muy potente, y parecía reunir todo lo necesario para usarla en el aprendizaje de la Inmunología”, afirma Corell.
En resumen, Questournament permite a los profesores organizar concursos competitivos entre los estudiantes: cada concurso incluye un conjunto de desafíos o preguntas que el alumno debe resolver en un tiempo limitado; el estudiante logra puntos respondiendo a los desafíos propuestos por el profesor, enviando nuevas preguntas a sus compañeros y evaluando las respuestas que estos dan.
“Los estudiantes de Medicina tienen un perfil altamente competitivo, tanto por la alta nota que se les exige para entrar en el grado como por la perspectiva del examen MIR, que es una prueba muy competitiva de respuestas cortas. Esta particularidad les hacía sobre el papel especialmente atractivos para utilizar una herramienta que plantea retos y que les permite medir su capacidad con la de sus compañeros. Tanto quien propone un reto como quien lo resuelve, tiene que documentarse bien y buscar recursos”, dice Corell.
Dos itinerarios
De los 285 estudiantes que participaron en el estudio a lo largo de sus dos años de duración, 172 eligieron voluntariamente preparar la asignatura con la nueva herramienta informática, y el resto optó por el método más tradicional de enseñanza. Además de dividir a los participantes en estos dos grupos, se registraron las calificaciones obtenidas por todos ellos en tres asignaturas “afines” a la Inmunología (Bioquímica, Genética y Biología Celular), tanto antes de la realización del experimento como posteriormente. Finalmente, se les pasó a todos los participantes una encuesta de satisfacción para conocer sus opiniones.
El resultado principal del estudio revela que las calificaciones obtenidas en Inmunología por el grupo experimental fueron mejores que las registradas por el grupo de control: “En los dos años objeto de estudio, el aprobado global en la asignatura pasó de un 85 a un 95 por ciento, un salto harto significativo en una asignatura que, de por sí, suele tener un rendimiento medio muy elevado en el grado de Medicina”, apunta el profesor de Valladolid.
Además, los estudiantes que optaron por “estudiar jugando” obtuvieron en Inmunología mejor calificación que en las asignaturas afines cursadas previamente, y las encuestas de satisfacción revelan que la mayoría considera que la herramienta informática es “motivadora y de fácil manejo”.
Extrapolable
Corell es un firme convencido de que el buen resultado del uso de los juegos serios en Inmunología “es extensible a la mayoría de las asignaturas del grado, por no decir a todas”, pero esa certeza choca con una realidad que no es fácil de soslayar: “Actualmente, dirijo el Área de Innovación Docente y de Formación del Profesorado de la Universidad de Valladolid y las titulaciones de Ciencias de la Salud son, sin duda, las más reticentes a la introducción de innovaciones docentes, y no hablo solo de los juegos, que en algunos ámbitos pueden llegar a parecer un anatema, sino de técnicas básicas que vayan más allá de la mera clase magistral”.
Enseñar, aprender y divulgar
Immunomedia, la criatura docente que Alfredo Corell se empeñó en crear en el seno de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid (UVA), cumple este curso 13 años de vida, y lo hace bajo el mismo lema que inspiró su nacimiento: “Enseñando, aprendiendo y divulgando Inmunología”. Coordinado por el Departamento de Inmunología de la UVA, hoy forman parte de este proyecto 6 universidades españolas y 2 europeas.
septiembre 19/2018 (diariomedico.com)