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Investigadores de la Universidad de Georgia han utilizado con éxito un inhibidor de la proteína quinasa (PK) C-alfa para detener el curso de una nefritis nefrotóxica establecida, inducida experimentalmente en ratones.
La nefritis crónica o aguda en humanos es un problema frecuente tras infecciones o lesiones severas, en la hipertensión no controlada y en la diabetes, lo que puede resultar en fallo renal y en la necesidad de diálisis.
Así lo afirma Michael Madaio, director del estudio, en el cual también han sido identificadas 157 proteínas expresadas diferencialmente en la corteza renal. Las alteraciones de la función mitocondrial son el rasgo distintivo de la nefritis en estos experimentos, prosigue Madaio. Muchas de las proteínas identificadas presentan niveles más bajos que en ratones no lesionados y están vinculadas con procesos respiratorios mitocondriales. El tratamiento restauró los niveles normales de estas proteínas, de lo que se deduce que la regulación que éstas ejercen sobre la fosforilación oxidativa es esencial en la recuperación.
Madaio indica que, en su conjunto, los datos adjudican un importante papel a la PKC-alfa en el daño nefrítico, al tiempo que proporcionan una potencial diana terapéutica más segura. La terapia actual se basa en dosis elevadas de esteroides e inmunosupresores sistémicos, fármacos que se asocian a efectos adversos tales como infecciones o incluso cáncer.
septiembre 7/2018 (immedicohospitalario.es)