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Un estudio metaanalítico internacional ha confirmado que tomar litio, un medicamento psiquiátrico empleado para el tratamiento del trastorno bipolar, a principios del embarazo podría aumentar el riesgo de defectos congénitos, pero no tanto como se pensaba.
Los nuevos hallazgos se basan en estudios de cohortes de 22 124 mujeres de seis países, que dieron a luz entre 1997 y 2015. Todas padecían un trastorno del estado de ánimo (incluyendo trastorno bipolar o depresión) y 727 de ellas tomaron litio en el primer trimestre. En general, estas mujeres no presentaron un aumento en el riesgo de complicación del embarazo o del parto, pero los bebés eran más propensos a tener una malformación importante, como un defecto cardíaco o una malformación del tubo neural. Los defectos congénitos afectaron al 7,4 % de niños nacidos de madres que tomaron litio durante el primer trimestre, en comparación con el 4,3 % de niños no expuestos al fármaco.
Según los autores, los riesgos asociados con el tratamiento con litio deben equilibrarse con los riesgos de recaída en las mujeres que necesitan este fármaco para tratar un trastorno bipolar. En todo caso, algunas opciones durante el embarazo pueden incluir reducir la dosis de litio, o dejar de tomar el fármaco en el primer trimestre y luego comenzar de nuevo. El estudio se publica en Lancet Psychiatry 2018.
julio 23/2018 (neurologia.com)