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La aplicación de la terapia celular basada en linfocitos portadores de receptores quiméricos para el antígeno (CAR-T) en un paciente con leucemia linfocítica crónica ha tenido un efecto positivo inesperado, según reportan científicos de la Universidad de Pennsylvania en un artículo publicado en la revista Nature.
Joseph Melenhorst, director del estudio, afirma que la generación de CAR-T a partir de los linfocitos del paciente incluye la integración en el genoma celular del vector lentiviral portador del receptor quimérico. A pesar de los recientes éxitos de esta terapia, el grado de expansión y de persistencia de los CAR-T es limitado. En el paciente tratado se observó una potente actividad anti-tumoral en la sangre, en la médula ósea y en los ganglios linfáticos, con remisión completa de la enfermedad. Los investigadores observaron que en el pico de la respuesta el 94 % de los CAR-T tenían su origen en un único clon en el que la inserción lentiviral había causado una disrupción en el gen de la metilcitosina dioxigenasa (TET2), el cual tiene un papel fundamental en la regulación de la proliferación de las células sanguíneas.
En la fase de máxima actividad anti-tumoral los CAR-T deficientes en TET2 mostraron un perfil epigenético consistente con una diferenciación celular alterada y un fenotipo característico de los linfocitos T centrales de memoria. Melenhorst afirma que la disrupción de TET2 podría ser utilizada en el futuro como un método para potenciar la actividad terapéutica de los CAR-T.
junio 20/2018 (immedicohospitalario.es)