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Un tratamiento combinado tras un ictus menor o un ataque isquémico transitorio podría maximizar las probabilidades de evitar un ictus isquémico de mayor envergadura en los meses posteriores.
Los investigadores analizaron los beneficios del clopidogrel, un trombolítico, entre pacientes que habían sufrido un ictus menor o un ataque isquémico transitorio. El estudio incluyó a 4881 adultos de 269 centros de diez países. Quienes tomaron clopidogrel más una dosis baja (50 mg/día) de aspirina tenían un riesgo un 25 % inferior de sufrir un ictus isquémico mayor, un ataque cardíaco o un coágulo sanguíneo en los tres meses posteriores, en comparación con los que solo tomaron aspirina.
Se apreció un ligero aumento en el riesgo de hemorragia en el grupo de terapia combinada, pero dado que esos eventos de sangrado eran por lo general reversibles, los investigadores concluyen que, en la mayoría de pacientes, el beneficio de la terapia combinada supera a los riesgos.
Otro estudio de 2013, realizado en China, también encontró que una combinación de dos medicamentos obtenía mejores resultados que el uso de aspirina o clopidogrel solos en la reducción del riesgo de ictus. El estudio fue publicado por N Engl J Med 2018.
junio 16/2018 (neurologia.com)