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Los evangelios sinópticos cuentan que un hombre tenía la mano ’seca’ y no podía extenderla, en lo que parece la descripción de una parálisis radial. Entre los siglos X y XVII, varios iconografistas cristianos ilustraron este cuadro y produjeron un rico material aún inexplorado desde el punto de vista médico.
Un artículo de cariz histórico ha analizado la iconografía en cuestión, verificando las lesiones que reproduce y sus posibles causas. Para ello se seleccionaron seis representaciones: cuatro pertenecientes a evangelios iluminados; una, un mosaico, y otra, un fresco.
En tres, la mano está péndula, y en otra solo los dedos se ven flexionados. En tres, el brazo afectado aparece sostenido por la mano contralateral. La descripción de signos y posturas propias de pacientes con distintos grados de parálisis extensoras revela que los iluminadores conocieron enfermos reales. Por su distinto grado y extensión, el cuadro no corresponde al de mononeuropatía radial aislada que sugiere el relato evangélico. El saturnismo, frecuente en Europa durante el periodo en que se produjeron estas obras, parece la causa más probable, aunque la hipótesis de que los mismos artistas pudieron haberse intoxicado por manipular pinturas con plomo no puede confirmarse.
Es razonable concluir que estos artistas tuvieron por modelos enfermos con distintos grados de neuropatía plúmbica y que sus ilustraciones anticipan en varios siglos las primeras descripciones médicas de la parálisis saturnínica. El estudio fue publicada en Rev Neurol 2018; 66: 97-100.
marzo 19/2018 (neurologia.com)