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Un nuevo estudio ha concluido que la trombectomía puede ser un procedimiento efectivo en los pacientes con ictus isquémico incluso 16 horas después del evento, en lugar del límite actual recomendado de 6 horas. Eso podría significar una reducción de la mortalidad y de los casos de discapacidad para un grupo de pacientes mucho más amplio.
Los investigadores usaron primero un programa de imágenes que evaluaba rápidamente el flujo de sangre en el cerebro de pacientes que hacía entre 6 y 16 horas que habían sufrido un ictus isquémico. Lo hicieron para detectar a los pacientes que todavía tenían la suficiente cantidad de tejido cerebral sano y, por tanto, podrían beneficiarse de la trombectomía.
Así, casi la mitad de todos los pacientes tratados en ese intervalo después del inicio de los síntomas se salvaron de las consecuencias del ictus. Tres meses después del evento, las tasas de mortalidad y de discapacidad grave eran de un 14 % y 8 %, respectivamente, frente a un 26 % y 16 %, respectivamente, en los pacientes que no se sometieron a la trombectomía.
Ante esos hallazgos, la American Heart Association y la American Stroke Association han revisado las directrices del tratamiento para el ictus isquémico y han ampliado el periodo de realización de la trombectomía de 6 a 24 horas, basándose en los resultados de las imágenes cerebrales de unos pacientes seleccionados. El estudio fue publicado por N Engl J Med 2018.
marzo 1/2018 (neurologia.com)