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El estudio de los alimentos, de su composición, propiedades, proceso de fabricación y almacenamiento y de sus ingredientes o bromatología, ha cobrado mayor importancia en los últimos años. Los motivos se deben al aumento de intolerancias y alergias alimentarias que sufre la población mundial. De hecho, según el informe el Consumidor sensitivo realizado por Nielsen, en 1 de cada 4 hogares algún miembro de la familia sufre alguna intolerancia o alergia alimentaria. Además, entre un 30 y un 50 % de los españoles tienen intolerancia a la lactosa, una de las más comunes, mientras que cerca de 500 000 personas en nuestro país no toleran el gluten.
Las cifras son alarmantes. Sin embargo, es aún más preocupante el aumento entre las personas intolerantes del seguimiento de dietas sin lactosa, azúcar o gluten, siendo ésta última la más popular de todas. Por ello, desde IMF Business School han analizado algunas de las consecuencias más peligrosas de una alimentación libre gluten:
Graves riesgos para la salud. Un estudio realizado en la Universidad de Harvard ha demostrado que una dieta sin gluten aumenta el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, enfermedad que sufren 400 millones de personas en el mundo. El gluten solo es dañino para los celíacos. El departamento de Celiaquía de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) analizó a 100 000 personas durante 25 años y llegaron a la conclusión de que el gluten solo es dañino para los celíacos. Las personas que, sin la enfermedad, consumían menos cereales con esta proteína no veían mejorada su salud cardiovascular.
Desequilibrios alimenticios. Otra confusión común, es vincular el tratamiento de la celiaquía con un hábito saludable. Si se compara la composición de productos sin gluten y con gluten, los primeros pueden provocar alteraciones en el organismo porque contienen más ácidos grasos y azúcares con el objetivo mejorar el sabor del producto y menos proteínas.
El gluten no engorda. Aunque algunas de las promesas de las dietas libres de gluten de moda es que ayudan a perder peso, esto no es del todo cierto. Es verdad que eliminar el gluten supone dejar de comer alimentos con alto contenido calórico, por lo que muchos pueden experimentar una bajada de peso. Sin embargo, esto también sucede con una dieta rica en frutas y verduras, sin tener que renunciar al gluten.
Relajación de los controles. Algunas asociaciones han denunciado como las dietas sin gluten están provocando que se relajen los protocolos de seguridad alimentaria y aumenten los casos de contaminación cruzada. Esto no es un problema si no eres celíaco, para alguien que sí padece la enfermedad puede tener consecuencias fatales.
Las autoridades alimentarias advierten de la importancia de que un profesional diagnostique la sensibilidad a la glicoproteína y pueda diseñar una dieta equilibrada para el celiaco. Por este motivo, son muchos los dietistas y nutricionistas que quieren formarse en este campo que demanda cada día más profesionales. Desde IMF Business School son conscientes de la importancia de la especialización en dichos ámbitos, ya que facilitará su incorporación al mundo laboral e incrementará sus posibilidades de asesorar a las empresas alimentarias y contribuir a la mejora de la salud de la sociedad. De hecho, junto con la Universidad Camilo José Cela, desde la escuela han lanzado dos másteres en este sector: el Máster en Dietética, Nutrición y Seguridad Alimentaria y el Máster en Calidad, Higiene y Seguridad Alimentaria Online.
noviembre 22/2017 (immedicohospitalario.es)