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Una nueva terapia hormonal sustitutiva para la menopausia por vía transdérmica permite individualizar las dosis de estradiol, lo que facilita la continuidad y la adherencia terapéuticas.
El 25 por ciento de las mujeres en España presenta sístomas de la menopausia que afectan a su calidad de vida. Sin embargo, tan sólo el 1,5 por ciento recibe una terapia hormonal a pesar de estar recomendada por el Ministerio de Sanidad y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer, ha apuntado como principal causa de la desconfianza en estas terapias a un estudio del año 2002 que demostró que la progesterona aumentaba en un 29 por ciento el riesgo de enfermedad cardiovascular. «Sin embargo, desde el año 2002 estas terapias se han analizado y mejorado. Las terapias sustitutivas mejoran los sistemas vasomotores, la masa corporal, los síntomas urogenitales, los casos de osteoporosis, e incluso el riesgo cardiovascular si se trata antes de los 60 años».
Por este motivo, los laboratorios Gedeon Richter han desarrollado un nuevo tratamiento hormonal sustitutivo para la menopausia en formato de pulverizador transdérmico, que se ha presentado en una sesión celebrada en Madrid. El fármaco, comercializado como Lenzetto, es el primer tratamiento hormonal en pulverizador para la vía transdérmica, contiene una dosis baja de estradiol y está indicado para las mujeres que padecen síntomas moderados y severos como sofocos, insomnio, irritabilidad y sequedad vaginal que afectan a su calidad de vida durante la menopausia.
María Jesús Cancelo, jefa de servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario de Guadalajara, ha asegurado que «en los estudios de eficacia se ha demostrado que este nuevo fármaco reduce síntomas vasomotores como los sofocos tanto en frecuencia como en intensidad en apenas dos semanas».
Cancelo también ha señalado que el dispositivo facilitará la continuidad de la terapia debido a la sencillez de su empleo: cada pulverización contiene una dosis medida que se debe administrar en los antebrazos o en la cara interior de los muslos. «La administración por vía transdérmica logra que las concentraciones séricas se mantengan estables y que el medicamento no se metabolice en el hígado. El tratamiento se puede individualizar a cada mujer con más o menos pulverizaciones».
A su juicio, el nuevo dispositivo aporta otras ventajas: «el lugar donde se ha administrado se puede lavar después de una hora, no deja residuos, ni tiene efectos adversos para los hombres si entran en contacto con él. Las pulverizaciones evitan que aparezcan irritaciones que son frecuentes en el uso de parches transdérmicos».
noviembre 16/ 2017 (diariomedico.com)