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Un estudio finlandés reciente afirma que comer hace que el cerebro libere endorfinas endógenas. Los investigadores encontraron que la regulación de estos opiáceos naturales, que pueden producir una sensación de placer o de euforia, podría ayudar al organismo a saber cuándo está satisfecho.
Los científicos escanearon el cerebro de diez hombres voluntarios con tomografía por emisión de positrones (TEP). Se instruyó a los participantes para que ayunaran una noche y se les inyectó un compuesto radioactivo vinculado a los receptores opiáceos µ en el cerebro.
Mediante el uso de TEP, se midió la radioactividad en el cerebro después de que los voluntarios acabaran el ayuno y comieran una pizza. Se repitió la prueba después de que los voluntarios tomaran una bebida nutritiva con muy buen sabor y que contenía la misma cantidad de calorías que la pizza.
Los investigadores encontraron que ambas comidas desencadenaron una liberación significativa de opiáceos endógenos en el cerebro, pero solo la pizza llevó a un aumento notable de los sentimientos agradables. La bebida nutritiva hizo que el cerebro liberara más endorfinas, pero ello no produjo un sentimiento de disfrute, lo que sugiere que la liberación de opiáceos en el cerebro asociada con comer es independiente del placer asociado con la comida. El estudio fue publicado en la J Neurosci 2017; 37: 8284-91.octubre 17/2017 (neurologia.com)