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Investigadores de la Universidad de Upsala, Suecia, demostraron en un estudio publicado recientemente que suspender la toma diaria de aspirina eleva el riesgo de sufrir un segundo infarto o un ictus.
Para demostrar esa hipótesis, siguieron durante tres años la evolución de 601 mil 527 pacientes mayores de 40 años que, sin diagnóstico de cáncer, tomaban diario aspirina a dosis bajas para prevenir un infarto o un ictus, señala un artículo divulgado en la revista Circulation.
De acuerdo con los resultados, la suspensión de la aspirina conllevó un incremento casi inmediato en el riesgo de padecer un episodio cardiovascular, incremento que, además, no disminuyó con el tiempo.
Durante los tres años de seguimiento se registraron un total de 62 mil 690 episodios cardiovasculares.
Según los científicos, liderados por Johan Sundstrom, el abandono de ese medicamento provoca un posible “efecto rebote”.
Al decir de Sundstrom, los estudios han sugerido que los pacientes pueden experimentar ese efecto tras dejar el tratamiento con aspirina, posiblemente por un incremento de los niveles de coagulación consecuente con la pérdida de la dilución de la sangre que induce el fármaco.
En tal sentido, esperamos que nuestro estudio ayude a los aquejados y médicos a tomar decisiones informadas sobre la posibilidad de mantener o suspender el tratamiento con aspirina, sugirió.
octubre 1/2017 (PL)