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Después de más de diez años de retroceso constante, el hambre progresó de nuevo en el mundo en 2016, afectando a 815 millones de personas, es decir 11 % de la población mundial, reveló recientemente un informe de la Organización Naciones Unidas (ONU).
El aumento el año pasado de 38 millones de personas que sufren hambre es debido en ‘gran parte a la proliferación’ de conflictos y a los fenómenos climáticos, indicó el informe sobre seguridad alimentaria mundial.
En total, 155 millones de niños menores de 5 años sufren un retraso de crecimiento debido al hambre y 52 millones de niños padecen una insuficiencia ponderal respecto a su talla.
Los porcentajes más elevados de niños hambrientos o malnutridos están concentrados en las zonas de conflicto.
El informe destaca al mismo tiempo que 41 millones de niños menores de cinco años sufren sobrepeso, lo que acrecienta el riesgo de sufrir obesidad y enfermedades durante la edad adulta.
‘La anemia entre las mujeres y la obesidad entre los adultos también son preocupantes’, juzgó el estudio publicado por varias agencias de la ONU, la FAO, el Fondo Internacional de la ONU para el Desarrollo Agrícola (FIDA) el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y a las que se sumaron por primera vez Unicef y la Organización Mundial de la Salud.
‘Estas tendencias no solo son consecuencia de los conflictos y el cambio climático, sino también de cambios profundos en las costumbres alimentarias’ y de la pobreza ligada a las ‘ralentizaciones económicas’.
Según las agencias de la ONU, 520 millones de personas sufren hambre en Asia (11,7 % de la población del continente), 243 en África (20 %) y 42 millones (6,6 %) en América Latina y el Caribe.
De los 815 millones de personas afectadas en 2016 en el mundo, 489 millones viven en países golpeados por los conflictos.
septiembre 18/2017 (AFP)