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Según los expertos, este tipo de alimentos contienen grasas insaturadas saludables que refuerzan las membranas celulares y ayudan a la piel a regenerarse y protejerse.
Especialistas de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) apuntan al consumo de aceite de oliva, los frutos secos y el pescado azul, como beneficiosos ante la exposición solar ya que podrían contribuir a una mejor toleración al impacto de los rayos de sol. Esto es de mayor importancia durante el verano, ya que se hace necesaria la ingesta de alimentos que aporten a la piel los nutrientes necesarios para que se regenere y proteja desde dentro.
Este tipo de alimentos contienen grasas insaturadas saludables que refuerzan las membranas celulares, así como vitamina E con efecto antioxidante y, según la directora académica del máster universitario de Nutrición y Salud de la UOC, Alicia Aguilar, «los alimentos antioxidantes ayudan a reparar la piel o a minimizar los procesos de oxidación en las células causados por los rayos ultravioletas».
Igualmente, para minimizar el impacto o reparar los efectos de los rayos ultravioletas hay que dar «protagonismo» a los alimentos ricos en antioxidantes, es decir, los que son ricos en vitamina C y provitamina A (betacarotenos).
«En los dos primeros casos, volvemos a las frutas y verduras y, especialmente, las que tienen coloraciones anaranjadas, moradas o rojizas, del tipo cerezas, melocotones, zanahorias, tomates, etc. Estos alimentos nos ayudan a luchar contra la oxidación y el envejecimiento celular», ha señalado Vidal.
En este sentido, existen otros alimentos como el agua, los vegetales y las frutas con pigmentos que ayudan también a mantener la piel en buen estado ante el impacto de los rayos solares. No obstante, los especialistas han recalcado que esta dieta no es sustitutiva del uso de cremas solares, sino que es un complemento recomendable para disfrutar del sol y del bronceado de forma saludable.
Para la hidratación
El agua es «fundamental» a la hora de hidratarse correctamente. Y además, se puede complementar con el consumo de alimentos ricos en este elemento, como el melón y la sandía, verduras o sopas frías como el gazpacho. El método más efectivo y sencillo para detectar si se está hidratado es fijarse en la orina: «tiene que ser muy clara y sin olor, casi como el agua», ha subrayado el nutricionista y profesor de la UOC, Àlex Vidal.
En cuanto a los batidos y zumos, el profesor ha afirmado que «son una buena opción para ingerir fruta y pasan muy bien, pero no pueden sustituir ni una comida ni la ración diaria recomendada de fruta», porque cuando se ingiere esta última en formato zumo se puede no estar aprovechando todos los nutrientes.
agosto 6/2017 (diariomedico.com)