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La agencia estadounidense National Institutes of Health divulgó recientemente que, por primera vez, una película primitiva fue codificada en ADN de células vivas y posteriormente reproducida, validando así ese sistema de almacenamiento de datos.
De acuerdo con los científicos, este es un paso importante hacia un registrador molecular que puede algún día hacer posible obtener lecturas, por ejemplo, de los estados internos cambiantes de las neuronas a medida que se desarrollan.
Queremos convertir las células en historiadores. Prevemos un sistema de memoria biológica que es mucho más pequeño y versátil que las tecnologías de hoy, que rastreará muchos eventos de forma no intrusiva con el tiempo, explicó el neurocientífico Seth Shipman, becario post-doctoral en la escuela de medicina de la Universidad de Harvard.
Los investigadores destacaron que la capacidad de grabar sucesos secuenciales como una película a nivel molecular es clave para la idea de reinventar el concepto mismo de grabación utilizando la ingeniería molecular.
En ese esquema, las células mismas podrían ser inducidas a registrar eventos moleculares en sus propios genomas; entonces, la información podría ser recuperada simplemente secuenciando los genomas de las células en las que se almacena.
Si tuviéramos esos pasos transcripcionales, podríamos usarlos potencialmente como una receta para diseñar células similares, estos podrían ser utilizados para modelar la enfermedad, o incluso en las terapias, agregó Shipman.
julio 19/2017 (PL)