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La nueva y primera vacuna que protege frente a nueve serotipos del virus del papiloma humano (VPH), cinco más de los que incluía la anterior vacuna, acerca a la casi erradicación de cánceres como el de cérvix, directamente asociados con este virus. Pero, también supone un freno a otros como el de pene o el anal, cuya incidencia ha aumentado en los últimos diez años.
La nueva y primera vacuna activa frente a nueve tipos del virus del papiloma humano (VPH) ya está disponible en las farmacias españolas. Comercializada por la farmacéutica MSD como Gardasil 9, cubre además de los subtipos 6,11, 16 y 18 que ya estaban disponibles en la anterior vacuna de la misma empresa, los subtipos 31,33, 45, 52 y 58, lo que incrementa la protección total y redunda en la disminución de la incidencia del cáncer pero también de las lesiones precancerosas, ha señalado Gabriel Fiol, del Servicio de Ginecología del Hospital Torrecárdenas, de Almería, y miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) durante la presentación en Madrid de la citada vacuna.
Un 20 por ciento más de protección
La nueva vacuna nonavalente incluye, por tanto, cinco serotipos más del VPH, cobertura que, en el caso del cáncer de cérvix, se traduce en un 20 por ciento más de protección: del 70 por ciento anterior con la tetravalente pasa a un 90 por ciento de protección por ampliación de serotipos con la nonavalente.
Además de las niñas, la nueva vacuna parece tener una población diana: los niños, así como los varones adultos, lo cual supone que se propone una vacunación universal, según las recomendaciones del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
Los distintos tipos del VPH guardan una estrecha relación con el desarrollo del cáncer de cérvix, vulva, vagina, pero también de escroto, pene y cabeza y cuello. En el varón, según ha señalado Ignacio Salamanca, pediatra y coordinador de la Unidad de Estudios e Investigación del Instituto Hispalense de Pediatría, en Sevilla, se ha registrado un aumento de casos de cáncer en hombres relacionados con el VPH en los últimos diez años, por lo que niños varones, adolescentes y jóvenes de más edad se convertiría en una medida preventiva de primer orden. La vacuna nonavalente, por ejemplo, ofrece un 90 por ciento de protección para el cáncer anal, según distintos estudios llevados a cabo.
Los niños varones empiezan a incluirse
- La vacuna nonavalente frente al VPH podría reducir la incidencia de cáncer de pene en un 80 por ciento
Países europeos como Italia, Gran Bretaña o Austria, pero también Australia, Nueva Zelanda o Noruega, entre otros, están incorporando en sus calendarios vacunales esta vacuna nonavalente para proteger a los niños, a partir de los 12 años, de la infección por VPH. «Para ciertos cánceres, como el de pene, escroto o incluso anal, no existe el cribado, por lo que la vacunación es esencial. El beneficio directo es para ellos mismos, pero con esta medida también están evitando la circulación del virus», señala Salamanca. Para Fiol, la vacunación universal de los niños con la vacuna nonavalente podría reducir el riesgo de cáncer de pene en un 80 por ciento, aproximadamente.
Para ambos especialistas, incrementar las coberturas vacunales en niñas y mujeres adolescentes, que son bajas a pesar de que la vacuna tetravalente contra el VPH está financiada por el Sistema Nacional de Salud, incluir a mujeres de más edad -de 45 años, aproximadamente- e incluir a niños y varones en las vacunaciones, es decisivo para reforzar la prevención primaria.
Salamanca concluye que se dispone de una herramienta, que puede considerarse «un hito de la medicina, que podría erradicar la enfermedad, a través de la prevención del cáncer de cuello de útero y de otras dolencias, ampliando el rango de efectividad» y con buen perfil de seguridad, según los estudios realizados en más de 16 000 personas.
junio 21/2017 (diariomedico.com)