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Un nuevo exoesqueleto reconoce la pérdida de equilibrio y previene las caídas, por lo que podría ser útil en la rehabilitación de personas mayores.
Un equipo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL) ha desarrollado el prototipo de un exoesqueleto que detecta la pérdida de equilibrio y ayuda a prevenir las caídas en los mayores. Además, podría emplearse para favorecer la recuperación tras una de estas caídas. Se trata del primer dispositivo ponible, habitualmente empleados para asistir al movimiento, que contribuye en la prevención de accidentes y lesiones. Los resultados se publican en Scientific Reports.
El exoesqueleto está diseñado expresamente para los ancianos; se sabe que en Europa, este grupo poblacional está implicado en un 40 por ciento de las lesiones graves producidas por caída accidental. No obstante, esta tecnología también puede utilizarse para ayudar en la vida diaria a personas con determinada incapacidad física, amputaciones o con trastorno neuronal.
Silvestro Micera, profesor en la EPFL y en la Escuela de Santa Ana, en Italia, comenta que «nuestro exoesqueleto inteligente es ligero y muy fácil de personalizar». Con este prototipo apenas necesitaron unos minutos para adaptarlo al tamaño y la forma de andar de un paciente. Para ello, el dispositivo se basa en un algoritmo capaz de detectar desviaciones de la forma normal de marcha de un individuo concreto, por ejemplo, la que precede a una caída; en ese caso, el exoesqueleto impulsa un restablecimiento la marcha.
El exoesqueleto, denominado APO (del inglés, ortesis de pelvis activa), se ha probado en ocho participantes, con una media de edad de 68,9 y otras dos personas con amputación transfemoral. Los individuos se sometieron a pruebas en las que se producían movimientos diseñados para provocar caídas. La estabilidad frente a esos movimientos mejoró en los sujetos que llevaban APO. Ahora tienen que confirmar esos resultados con más individuos en nuevas pruebas.
Para estos investigadores, el prototipo es una muestra del potencial que la tecnología ofrece como asistencia a los mayores y discapacitados, y de cómo puede mejorar su calidad de vida.
mayo 14/2017 (diariomedico.com)