Beber al menos un refresco edulcorado diario podría elevar el riesgo de ictus o demencia tres y 2,9 veces, respectivamente, según un estudio que se publica en Stroke. Los investigadores advierten de que los resultados no muestran una relación de causa-efecto pero sí recomiendan limitar el consumo de las bebidas azucaradas y edulcoradas hasta que haya más evidencias.

bebidas azucaradasBeber al menos una bebida edulcorada al día se asocia con casi tres veces más riesgo de desarrollar un ictus o demencia en comparación con aquellos que beben menos de una a la semana, según un estudio que se publica en Stroke.

No obstante, los autores advierten de que el trabajo observacional a largo plazo no fue diseñado ni tampoco capaz de probar causa o efecto, y solo muestra un patrón en un grupo de población. «Nuestro estudio muestra la necesidad de investigar más sobre el efecto de estas bebidas debido a su consumo habitual», ha dicho Matthew Pase, catedrático emérito del Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de Boston y del Estudio Framingham.

«Aunque no encontramos una asociación entre el ictus o la demencia y el consumo de bebidas azucaradas, esto no significa que se trate de una opción saludable. Recomendamos a la población que beba agua de forma habitual en vez de bebidas azucaradas o edulcoradas de forma artificial», ha dicho Pase. Asimismo, el hecho de que la mayoría de los participantes fueran de raza blanca era otra de las limitaciones del trabajo, al igual que el hecho de que no consumieran refrescos azucarados tan a menudo como los edulcorados, algo que podría explicar por qué los investigadores no observaron una asociación con los refrescos azucarados si la población de estudio no los consumía frecuentemente con el objetivo de cuidar su salud.

Análisis
Los investigadores se centraron en una cohorte de recién nacidos del Estudio Framingham compuesta por 2888 personas, la mayoría de raza caucásica, mayores de 45 años para el estudio centrado en el ictus y otro grupo de 1484 personas mayores de 60 para el brazo de demencia. Durante siete años, se entrevistó a los participantes para ver qué tipo de bebidas tomaban en tres ocasiones diferentes y respondieron a cuestionarios de frecuencia de alimentación. Además, se realizó un seguimiento en los diez años posteriores para determinar qué participantes desarrollaban un ictus o demencia y comparar el riesgo de desarrollar cualquiera de las dos enfermedades con la información nutricional recogida en el trabajo. El trabajo no hizo distinciones entre los tipos de endulzantes artificiales utilizados en las bebidas.

Al finalizar los diez años de seguimiento, se observaron 97 casos (3 por ciento) de ictus, de los cuales 82 fueron isquémicos y 81 casos de demencia, 63 de los cuales fueron diagnosticados como alzhéimer.

Además se aplicaron modelos estadísticos ajustados por factores de riesgo, como la edad, el sexo, la ingesta calórica, la educación, la diabetes y la presencia de alipoproteína E, para determinar relaciones potenciales entre el consumo de bebidas edulcoradas y el riesgo de ictus o demencia. Así, los investigadores determinaron que aquellos que bebían menos de una bebida edulcorada de forma artificial al día tenían tres veces más riesgo de ictus isquémico y 2,9 veces más de desarrollar alzhéimer.

El consumo debe ser prudente

La evidencia científica hasta la fecha no es concluyente sobre la relación entre el consumo de bebidas azucaradas de forma artificial y el riesgo de ictus, demencia y otras enfermedades cardiovasculares, según explica un editorial que acompaña al estudio en Stroke. Sin embargo, hay un número creciente de estudios de población, que muestran asociaciones entre el consumo frecuente de bebidas edulcoradas y efectos indeseables en los vasos sanguíneos.

Esto sugiere que puede no ser recomendable sustituir o promover el consumo de bebidas edulcoradas como una alternativa saludable a las bebidas azucaradas. «Sabemos que limitar los azúcares añadidos es una estrategia importante para mantener un peso saludable, y hasta que sepamos más, la ingesta de bebidas edulcoradas debería realizarse de forma prudente. Estas bebidas pueden tener su aplicación en pacientes con diabetes o en la pérdida de peso, pero debemos animar a la población a beber agua, leche desnatada u otras bebidas sin endulzantes añadidos», ha dicho Rachel K. Johnson, expresidenta del Comité de Nutrición de la American Heart Association.
abril 25/2017 (diariomedico.com)

abril 26, 2017 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Enfermedades Cardiovasculares, Nutrición, Salud Pública | Etiquetas: , |

Comments

Comments are closed.

Name

Email

Web

Speak your mind

*
  • Noticias por fecha

    abril 2017
    L M X J V S D
    « mar   may »
     12
    3456789
    10111213141516
    17181920212223
    24252627282930
  • Noticias anteriores a 2010

    Noticias anteriores a enero de 2010

  • Suscripción AL Día

  • Categorias

    open all | close all
  • Palabras Clave

  • Administración