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Los antibióticos salvan vidas diariamente, pero hay una desventaja en su omnipresencia. Dosis altas pueden matar células sanas junto con las bacterias que causan infecciones, y además pueden propiciar la creación de “supermicrobios” que ya no sucumben ante antibióticos considerados eficaces.
Ahora, el equipo de Nathalie Tufenkji, de la Universidad McGill en Canadá, podría haber encontrado una forma natural de recortar el uso de antibióticos sin sacrificar salud: un extracto de sirope (jarabe) de arce que aumenta notablemente la potencia de estas medicinas, de tal modo que una cantidad menor logra el mismo efecto, y así queda el recurso de aumentar la dosis de antibiótico ante casos difíciles.
Tufenkji señala el hecho de que ciertas poblaciones nativas en Canadá han usado desde hace muchísimos años el sirope de arce para luchar contra infecciones, y admite que ella siempre ha estado interesada en la ciencia que se halla tras estos remedios tradicionales.
En una prueba inicial, el equipo expuso al extracto a varias cepas bacterianas que causan enfermedades, pero no apreciaron un efecto claro. En vez de abandonar del todo el sirope de arce, Tufenkji decidió comprobar si el extracto podría aumentar la potencia antimicrobiana de dos antibióticos de uso frecuente, concretamente ciprofloxacino y carbenicilina.
Cuando el equipo mezcló el extracto con cualquiera de estos antibióticos, descubrió efectivamente un fenómeno sinérgico, el cual permitió obtener el mismo efecto antimicrobiano con hasta un 90 por ciento menos de antibiótico.
El método funcionó con una serie de cepas bacterianas, incluyendo la E. coli, que puede causar problemas gastrointestinales; la Proteus mirabilis, responsable de muchas infecciones urinarias; y la Pseudomonas aeruginosa, que puede causar infecciones que a menudo obligan al ingreso de los pacientes en hospitales.
abril 13/2017 (noticiasdelaciencia.com)
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