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Cuando el tratamiento farmacológico oral o transdérmico en la enfermedad de Parkinson pierde eficacia, se dispone de tres terapias mediante dispositivos asistidos que pueden reducir las complicaciones motoras y no motoras: la apomorfina en infusión subcutánea (ASBI), la bomba de infusión duodenal continua de levodopa/carbidopa (IDL) y la estimulación cerebral profunda (ECP). Al respecto, un estudio ha efectuado un análisis farmacoeconómico comparativo del uso de ASBI con IDL y ECP, y ha discutido el perfil del candidato ideal para cada una de las técnicas.
Los autores extrajeron información sobre datos de años de vida ganados y años de vida ganados ajustados por calidad (AVAC) según la escala de Hoehn y Yahr, e información sobre costes y consumo de recursos para cada alternativa. La perspectiva del análisis fue la del Sistema Nacional de Salud, y el horizonte temporal fue de cinco años para los costes y toda la vida del paciente para las utilidades. Las medidas de resultado utilizadas fueron los años de vida ganados y AVAC, y en su comparación se usó la ratio coste-utilidad incremental. El coste-utilidad obtenido para cada opción fue: 31.956 euros/AVAC para la ECP, 38.249 euros/AVAC para la ASBI y 75.206 euros/AVAC para la IDL.
Según los autores, los resultados permiten evaluar la efectividad y utilidad de los diferentes tratamientos para la enfermedad de Parkinson avanzada, pues se presentan en ganancias de años vividos en plena salud. Los datos obtenidos contribuyen a la toma de decisiones que determinen la planificación y gestión de cada caso, sin olvidar las preferencias del paciente y del neurólogo, así como las limitaciones presupuestarias.
enero 16/2017 (neurologia.com)
El estudio se publicó en Rev Neurol 2016.