ene
9
Los resultados preliminares de un estudio, realizado en el Hospital Universitario de Valme, de Sevilla, parece confirmar que la lactancia es factor protector de la cronificación del dolor tras cesárea.
Se conoce que tras diferentes cirugías -como la cesárea- se puede cronificar la presencia de dolor, aunque también hay factores que pueden ser predictores de su cronificación. Un grupo de anestesiólogos del Hospital Universitario de Valme, de Sevilla, analizó hace un par de años la incidencia de dolor crónico tras cesárea (dolor a los 4 meses de intensidad igual o superior a 5 en una escala de 0 a 10 EVN) y las variables que podrían relacionarse con su presencia, donde se incluyó valorar si la madre daba o no lactancia. El resultado fue que la lactancia tenía un factor protector sobre la presencia de dolor y los resultados se publicaron en Journal Of Anestesia & Clinical Care.
Por este motivo, estos especialistas se han planteado realizar un nuevo estudio para ahondar en la variable lactancia de forma más específica, con el objetivo de confirmar los hallazgos anteriores y ver si la lactancia, más allá de los dos meses, protege de la presencia de dolor crónico postcesárea.
Dicho estudio se basa en el seguimiento de las madres en las que se realiza cesárea. «Hacemos una entrevista clínica a las 24 y 72 horas, donde registramos variables demográficas, socioculturales y relacionadas con el dolor agudo postoperatorio», ha explicado a Diario Médico Mercedes Echevarría, directora de la Unidad de Gestión Clínica de Anestesiología y Reanimación del hospital.
También se registra si se ha realizado el método piel con piel en el momento del nacimiento. Posteriormente, se lleva a cabo una entrevista telefónica a los cuatro meses donde se les pregunta tanto por la presencia de dolor en la incisión quirúrgica y su intensidad, como si el acto de la lactancia les genera ansiedad y relajación.
Según los resultados preliminares, «hay una incidencia de dolor crónico postcesárea entre el 12-13 por ciento», indica Echevarría. Este dolor se relaciona con la intensidad del dolor registrada en las primeras 24 horas tras la cesárea. Además, aquellas madres que mantienen la lactancia más allá de los dos meses presentan de forma significativa menor cronificación, «por lo que parece que hay una tendencia entre dolor crónico y ansiedad durante la lactancia», apunta.
La lactancia induce a la producción endógena de hormonas, como la oxitocina o endomorfinas, con efecto relajante. «Si se confirman estos resultados, -añade- se reforzaría la hipótesis de que el riesgo de cronificación del dolor tras la cirugía se puede relacionar con el estado anímico de la persona». En el caso concreto del estudio, la promoción de la lactancia contaría con un nuevo beneficio a añadir a los todos ya conocidos.
«Está claro -afirma la anestesióloga- que la práctica de la lactancia protege de la presencia de dolor crónico tras la cesárea, un dolor que puede estar presente hasta el año después de la cirugía y que, de una u otra manera, puede interferir en la calidad de vida de la mujer». A mediados del próximo año el estudio estará finalizado.
enero 8/2017 (diariomedico.com)
Puede leer:
Prevalence and risk factors for chronic pain following cesarean section: a prospective study