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Un nuevo estudio clínico sobre 30 pacientes sugiere que el trasplante de heces no consigue mejores resultados que la terapia usual en la infección por C. difficile.
El enema con trasplante fecal (una sola dosis) no se ha demostrado más eficaz que el tratamiento convencional (vancomicina) en los pacientes con infección por Clostridium difficile recurrente, según concluye un estudio en Clinical Infectious Diseases.
En los últimos años, el trasplante de heces ha surgido como una opción prometedora para la infección por C. difficile. Este procedimiento consiste en tomar bacterias de las heces de un individuo sano (donante) e introducirlos en el enfermo, cuya microbiota intestinal se presume alterada y, por tanto, vulnerable a la infección por el patógeno. A diferencia del tratamiento convencional, con antibióticos, esta estrategia no dañaría a la flora intestinal.
Un nuevo estudio clínico ha concluido su fase II comparando esa alternativa terapéutica con la usual administración de antibiótico. Los autores del ensayo, encabezados por Susy Hota, de la Universidad Health Network, en Toronto, afirman que a efectos de resultados clínicos no hay diferencias significativas entre ambos abordajes. Un total de 30 pacientes con la infección recurrente recibieron bien vancomicina durante 14 días seguidos de un enema de materia fecal o bien solo seis semanas de tratamiento gradualmente reducido de vancomicina.
«Todavía necesitamos más investigación en muchos de factores que influyen en la eficacia del trasplante fecal, como la selección del donante y del paciente, la preparación del material fecal, la forma de administración y el número de trasplantes necesarios, entre otros elementos que podrían mejorar los resultados», reconoce Hota.
A la luz de los resultados obtenidos en este estudio, todavía en marcha, estos científicos aconsejan cautela, tanto porque aún no se conoce bien el trasplante fecal como tampoco los efectos a largo plazo de la manipulación de la microbiota intestinal.
enero 6/2017 (diariomedico.com)