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La neurosífilis puede ocurrir en cualquier momento tras la infección por Treponema pallidum y su incidencia está aumentando en los últimos años, incluso en países desarrollados. El objetivo de este estudio ha sido describir y analizar la población de pacientes con diagnóstico de neurosífilis de un hospital terciario en España.
Para ello se analizaron retrospectivamente datos demográficos, clínicos, pruebas complementarias –serología, líquido cefalorraquídeo (LCR), neuroimagen– y evolución de 28 pacientes diagnosticados entre 2008 y 2015. La mayoría fueron varones (89,3 %), españoles (60,7 %), con una edad media de 53 ± 16,4 años. Lo más frecuente fueron las formas asintomáticas (39,3 %), seguidas de sífilis ocular (21 %), formas no clásicas (14,3 %), deterioro cognitivo y alteraciones neuropsiquiátricas (11 %).
El 50 % presentaba infección concomitante por virus de la inmunodeficiencia humana, la mayoría asintomáticos, con una correlación significativa entre linfocitos T CD4+ y neurosífilis asintomática. Únicamente el 50 % presentó VDRL+ en el LCR, basándose el diagnóstico en la clínica, la serología y las alteraciones en el LCR (citobioquímicas o serológicas). La neuroimagen fue inespecífica en la mayoría de los casos. Las formas tempranas y las formas oculares se asociaron a una mejor evolución clínica.
Respecto a la era preantibiótica, se observa un descenso muy importante en las formas tardías, así como la aparición de formas no clásicas que pueden simular otras entidades, como encefalitis víricas. El diagnóstico es complejo y se basa en la clínica, la serología y el estudio del LCR, a menudo con una interpretación compleja, por lo que la sospecha clínica es fundamental en el diagnóstico.
diciembre 23/2016 (neurologia.com)
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Neurosyphilis in the 21st century: a descriptive study in a tertiary hospital in Madrid