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Una investigación multicéntrica internacional pretende homogeneizar la profilaxis antibiótica. La cirugía en tumores de hueso y tejido blando se perfecciona con nuevas técnicas.
La tasa de infección en la cirugía de tumores óseos con prótesis o megaprótesis ronda el 7-10 por ciento. Los estafilococos son los patógenos más frecuentes en estos pacientes y entre ellos se encuentra el temido MRSA (S. aureus resistente a meticilina) para el que el arsenal farmacológico cada vez está más limitado. Las infecciones a menudo obligan a reintervenir y a retirar las prótesis, comprometiendo así el resultado de unas técnicas quirúrgicas que, por otra parte, han avanzado en los últimos años hasta alcanzar resultados de gran calidad funcional. A pesar de ese elevado riesgo de infección, «no existe una terapia profiláctica homogénea cuando implantamos las prótesis tumorales«, reconoce Eduardo Ortiz Cruz, jefe de la Sección de Tumores Óseos y de Partes Blandas del Hospital Universitario La Paz, en Madrid.
Este centro participa, junto con el Valle de Hebrón y el San Pablo de Barcelona, en la fase europea de un estudio multicéntrico internacional que evalúa el mejor régimen antibiótico para evitar infecciones en el implante de prótesis tumoral. La investigación se realiza también en 40 centros de Estados Unidos. Algunos de sus investigadores participaron en un encuentro científico en La Paz que ha dirigido Eduardo Ortiz.
Joseph Benevenia, de la Universidad Rutgers, y Robert Quinn, de la Universidad de Texas, han expuesto que el 90 por ciento de los cirujanos ortopédicos consultados al hilo de esta investigación en marcha coincidieron en que cambiarían su práctica al aplicar la profilaxis antibiótica si un estudio controlado aleatorizado multicéntrico demostraba un claro beneficio de un régimen diferente al que usan.
Si bien los cirujanos coincidieron en que los antibióticos son importantes para reducir el riesgo de infección, variaba mucho el régimen empleado. Un 70 por ciento prescriben una primera generación de cefalosporina, uno de cada cuatro apoya una cobertura adicional con aminoglucósido y/o vancomicina. Por otro lado, uno de cada tres cirujanos considera que el tratamiento antibiótico debe interrumpirse después de las 24 horas, pero el 40 por ciento continúa con el tratamiento hasta que retiran la sonda de drenaje.
Ortiz apunta que las infecciones no solo se producen por un inadecuado antibiótico: «También vemos que influyen otros factores, como los protocolos de actuación en el quirófano y el tipo de tumor, entre otros, y eso también se va a evaluar. Si el paciente ha recibido quimioterapia o radioterapia puede tener más riesgo de sufrir una infección. Los tumores localizados en la pelvis también tienen más riesgo que los que se localizan en el área de la rodilla, por ejemplo».
Trayecto de la biopsia
Junto con este ambicioso estudio internacional, este grupo de médicos e investigadores de La Paz, uno de los centros con más experiencia en el tratamiento de tumores óseos, trabaja en otras líneas de investigación, como determinar si la biopsia percutánea ha de ser resecada o no. Existe cierta controversia sobre si los trayectos de biopsia a través de la piel deben ser resecados en la cirugía definitiva: «Nosotros creemos que no es necesario en todos los casos resecar el trayecto. En cualquier caso, la biopsia debe hacerla un radiólogo especializado», matiza Ortiz.
También recientemente han publicado en Journal of Oncology una serie de criterios para distinguir el encondroma del condrosarcoma de bajo grado, cuya diferenciación histológica es muy exigente. Así «se evita la biopsia en la mayor parte de los casos. Con una aproximación clínica radiológica, si pensamos que el tumor es un condrosarcoma de bajo grado, podemos ir directamente a la cirugía».
Sobre los avances en las técnicas quirúrgicas, Ortiz ha aludido a la resección en pelvis con implante de la llamada prótesis cono de helado invertido (ice-cream cone), una técnica importada de Reino Unido por la que se evita tener que usar la prótesis a medida. «La hemos aplicado para determinado tipo de hemipelvectomía en una serie de pacientes que hemos publicado y donde vimos que resulta más fácil y reproducible dentro del quirófano».
diciembre 13/2016 (diariomedico.com)