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Un estudio que se publica en Circulation, de la American Heart Association, ha asociado el consumo diario de refrescos azucarados con el aumento de la grasa.
El consumo diario de bebidas azucaradas se asocia con el aumento de grasa visceral, que puede afectar a la diabetes y al riesgo de padecer enfermedades cardiacas, según un estudio que se publica en Circulation, revista de la American Heart Association. El trabajo utilizó los datos del Estudio del Corazón Framingham, en Massachusetts, y observó que, entre los adultos de mediana edad, había una correlación directa entre un mayor consumo de bebidas azucaradas y un aumento de la grasa visceral.
Los investigadores se centraron en el consumo de bebidas azucaradas y de bebidas lights y no observaron esta asociación con los refrescos light, que a veces se promocionan como bajos en calorías y en azúcar.
«Hay una evidencia que vincula las bebidas azucaradas con enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2″, afirma Caroline S. Fox, autora principal del estudio y exinvestigadora del Estudio Framingham, del Instituto Nacional del Corazón, del Pulmón y de la Sangre de Estados Unidos. «Hay que transmitir a los consumidores que hay que seguir las pautas dietéticas actuales y ser conscientes de la cantidad de azúcar que hay en las refrescos que consumen. Para los responsables políticos, este estudio añade otra evidencia a la investigación que sugiere que las bebidas azucaradas puede ser perjudiciales para la salud».
Metodología y resultado
En el estudio participaron 1.003 personas, con una media de edad de 45 años, de los que casi la mitad eran mujeres, que respondieron a cuestionarios alimentarios y fueron sometidas a una TC al inicio y al final del estudio para medir los cambios de grasa corporal.
Los participantes fueron clasificados en cuatro categorías: no bebedores, bebedores ocasionales (consumen un refresco azucarado una vez al mes o menos de uno a la semana), bebedores frecuentes (una vez a la semana o menos de una vez al día) y los que ingieren al menos una bebida azucarada diaria.
En un período de seguimiento de seis años, independientemente de la edad, el sexo, la actividad física, el índice de masa corporal y otros factores, los investigadores observaron que el volumen de grasa visceral aumentó en 658 centímetros cúbicos para los no bebedores, 649 centímetros cúbicos para los bebedores ocasionales, 707 para los bebedores frecuentes y 852 para los que consumen una bebida diaria.
Exceso de azúcar
Aunque el mecanismo biológico exacto se desconoce, Ma Jintao, investigador posdoctoral en el NIH y coautor del estudio, asegura que es posible que los azúcares añadidos puedan contribuir a la resistencia a la insulina.
Las bebidas azucaradas son la principal fuente de la ingesta de azúcar añadido en Estados Unidos. La sacarosa o el jarabe de maíz de alta fructosa son dos de los azúcares más comunes que se encuentran en estas bebidas populares, que pueden incluir o no cafeína, gaseosa con más azúcares, zumo de frutas y limonada.
El consumo diario de azúcar, como el que se encuentra en refrescos azucarados y en alimentos procesados, es alto. En 2001 y 2004, el consumo habitual de azúcares añadidos para los estadounidenses fue de 22,2 cucharaditas por día o un extra de 355 calorías. La creciente evidencia revela los riesgos para la salud asociados con el consumo de bebidas azucaradas y llevó a la Asociación Americana del Corazón a proporcionar recomendaciones sobre el azúcar añadido en 2009: para la mayoría de las mujeres, no más de 100 calorías por día de azúcares añadidos, como las que se encuentran en las bebidas azucaradas, y para los hombres, un límite de 150 calorías por día. «Los resultados están en línea con las directrices dietéticas actuales que sugieren limitar el consumo de bebidas azucaradas», añade Ma.
noviembre 20/ 2016 (Diario Médico)