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La depresión es un gran problema de salud pública y una causa principal de discapacidad que afecta a 17 millones de personas en Estados Unidos cada año.
Menos de un tercio de las personas con el trastorno encuentra alivio con el primer antidepresivo que se les receta, y los pacientes deben esperar de semanas a meses para ver si les resulta efectivo. Algunos también dejan de tomarlos debido a sus efectos secundarios.
Unos investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) de Estados Unidos han comprobado que con un simple biomarcador (un par de grabaciones de ondas cerebrales, o electroencefalogramas, que pueden ser llevadas a cabo en el consultorio de un médico en unos 10 minutos), es posible predecir si la persona entrará en una fase de remisión después de solo una semana de tratamiento.
“Conocer si un medicamento va a funcionar podría eliminar semanas de espera por parte del paciente, y proporcionarle a este un tratamiento efectivo más rápidamente”, tal como argumenta el Dr. Andrew Leuchter, profesor en el Departamento de Psiquiatría y Ciencia del Biocomportamiento en el Instituto Semel de la UCLA.
Los investigadores usaron las grabaciones electroencefalográficas para predecir la remisión de la depresión en aquellos que toman escitalopram, un antidepresivo común. El escitalopram actúa incrementando los niveles de serotonina, un mensajero químico cerebral o neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo.
noviembre 4/2016 (noticiasdelaciencia.com)