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Anticuerpos obtenidos a partir de pacientes infectados de dengue coadyuvan a la infección por zika de células inmunes en cultivo celular.
Científicos del Centro de Vacunas de la Universidad de Emory, en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, en colaboración con investigadores de Tailandia, han encontrado que las personas infectadas con el virus del dengue desarrollan anticuerpos que reaccionan de forma cruzada con el virus zika.
Algunos de estos anticuerpos tienen el potencial de neutralizar el zika, posiblemente proporcionando protección inmune; no obstante, en experimentos de laboratorio demuestran que podrían contribuir a la infección por zika de las células humanas, como informan los autores en un artículo que se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences.
El virus Zika es similar genéticamente al virus del dengue y parte de la misma familia de los flavivirus, de forma que ambos son transmitidos por los mosquitos Aedes. El dengue es endémico en varios países que experimentan actualmente el brote de zika, lo que lleva a proponer que la inmunidad preexistente del dengue está influyendo en la gravedad de la epidemia de zika.
«En realidad, aquí hay dos caras de la misma moneda: la neutralización cruzada y la mejora dependiente de anticuerpos», subraya Jens Wrammert, profesor asistente de Pediatría de la Escuela de Medicina de Emory y el Centro de Vacunas de Emory. «Nos encontramos con mejora de la infección mediada por anticuerpos en células en el laboratorio, pero todavía tenemos que aclarar los efectos que estos anticuerpos tienen en el resultado de la infección en los seres humanos», añade.
«Las respuestas inmunes a zika y la gravedad de la enfermedad pueden ser diferentes en las zonas endémicas de dengue o entre los grupos que han padecido el dengue y los que no. Deben tenerse en cuenta estos factores a la hora de fabricar la vacuna contra el zika u otros estudios clínicos», propone.
Próximo paso: ver si atraviesan la barrera placentaria
Hay cuatro cepas del virus del dengue y la infección con una cepa no conduce a la inmunidad de larga duración contra las otras tres. De hecho, la infección secundaria con una cepa diferente puede elevar el riesgo de desarrollar una patología más grave, llamada fiebre hemorrágica del dengue.
Se cree que esto sucede a través de la llamada «mejora dependiente de anticuerpos»: los anticuerpos pre-existentes a la primera cepa, incapaces de detener la infección secundaria, en lugar de unirse a las células inmunes, las infectan.
Los científicos de Emory descubrieron que un fenómeno similar ocurre con zika. Los anticuerpos obtenidos a partir de nueve pacientes infectados de dengue en el Hospital Siriraj de Bangkok, Tailandia, -tanto durante la infección aguda como después de la recuperación- podrían ayudar al virus zika (una cepa aislada en 2015 de Puerto Rico) a infectar las células inmunes en cultivo celular.
«Va a ser importante saber si los anticuerpos anti-dengue facilitan al virus zika penetrar la barrera placentaria y permitir el acceso al feto en desarrollo», señala el coautor Mehul Suthar, profesor asistente de Pediatría en la Facultad de Medicina de de Emory y el Centro de Vacunas.
Desde 2012, se han detectado en Tailandia un puñado de casos de zika («transmisión esporádica», según la Organización Mundial de la Salud), pero no hasta los niveles que se ven en Sudamérica o el Caribe. Los primeros coautores del artículo, los estudiantes graduados de Emory Lalita Priyamvada y Kendra Quicke, analizaron muestras de suero de pacientes tailandeses y los genes de anticuerpos aislados a partir de plasmablastos, las células inmunes responsables de bombear anticuerpos.
Todas las muestras de suero analizadas tenían reacción cruzada con zika, tanto mediante la unión como por neutralización. Casi la mitad de los anticuerpos monoclonales de dengue reactivos aislados se unieron a muestras de proteínas de zika. El equipo identificó potentes anticuerpos neutralizantes de zika.