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La epidemia de fiebre amarilla en Angola registra este viernes 345 muertes desde su rebrote en diciembre, de un total de tres mil 137 casos sospechosos de contagio, de los cuales 847 se confirmaron en laboratorio.
Citado por medios periodísticos, el más reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), con datos hasta el día 10, revela que en la última semana este país africano tuvo 150 nuevos casos sospechosos de la enfermedad y 17 fallecimientos.
Refiere que «la situación epidemiológica en Lunda Norte resulta de particular preocupación. Esta provincia (a 850 kilómetros al este de Luanda) comparte frontera con la República Democrática del Congo (RDC) y experimenta habitualmente un elevado flujo de personas y bienes entre los dos países».
Hasta el momento, precisa el escrito, tres casos fueron confirmados en laboratorio exportados de Lunda Norte para la RDC y en Angola el contagio está presente en 16 de las 18 provincias.
En un anterior reporte, la OMS comunicó que más de 12 millones de dosis de vacunas contra la dolencia llegarán próximamente a esta nación para reforzar la prevención y combate a la epidemia.
«El 9 de junio, 12,68 millones de dosis (de vacuna) fueron enviadas para Angola», indica el documento.
Añade que los costos de la adquisición fueron sufragados por el Ministerio de Salud e instituciones internacionales que trabajan con la OMS como la Alianza Mundial para el Fomento de la Vacunación y la Inmunización (GAVI), el Fondo Central para la acción en casos de emergencia (CERF) y el Grupo de Coordinación Internacional (ICG).
Recientemente el ministro de Salud, Luís Gomes, comunicó que el Ejecutivo suministró cerca de 70 millones de dólares para cubrir los costos de vacunas, medicamentos esenciales y gastos operacionales en el combate contra el mal.
Durante su intervención en el debate general de la 69 Asamblea Mundial de la Salud, celebrado del 23 al 28 de mayo en Ginebra, alertó por la escasez de vacunas contra la fiebre amarilla en el mercado internacional, pues el stock existente resulta insuficiente para la demanda mundial.
«Contamos con el empeño de la OMS y de la Alianza GAVI para el aumento de la producción de vacunas», señaló.
Refirió que el Gobierno creó un grupo de trabajo con la participación técnica de socios y el desarrollo del Plan Nacional de Respuesta a la Epidemia, que incluye cinco componentes principales: vigilancia de la dolencia, vacunación, control integrado del vector, cuidados clínicos y movilización social.
La fiebre amarilla es una dolencia viral transmitida por mosquitos infectados (Aedes aegypti) y provoca fiebre, dolores musculares, pérdida de apetito, vómitos y náuseas que pueden conducir a la muerte.
junio 17/2016 (PL)
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