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A 325 asciende la cifra de personas muertas por el brote de fiebre amarilla en Angola, de un total de dos mil 893 casos sospechosos de contagio y 788 confirmados en 16 de las 18 provincias del país.
Al citar un último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la enfermedad, medios periodísticos señalan que el informe confirma además casos importados desde Angola en otros países.
En tal sentido se menciona a la República Democrática del Congo (44 casos), Kenya (dos) y China (11). En situaciones sospechosas de contagio figuran Santo Tomé y Príncipe (dos), Etiopía (22) y República del Congo (uno).
Ante el riesgo de propagación del virus a otras zonas urbanas y a países vecinos, el Gobierno puso en marcha en febrero una campaña de vacunación a gran escala que, hasta el momento, abarcó cerca de ocho millones de personas.
Según la directora general de la OMS, Margaret Chan, «se han detectado casos de fiebre amarilla asociados con este brote en otros países de África y Asia».
Manifestó su preocupación por el riesgo que se corre en las grandes áreas urbanas e instó «a todas las personas que viajen a Angola a vacunarse contra la fiebre amarilla y a portar un certificado de vacunación válido».
Recientemente el ministro de Salud, Luís Gomes, comunicó que el Ejecutivo suministró cerca de 70 millones de dólares para cubrir los costos de vacunas, medicamentos esenciales y gastos operacionales en el combate contra el mal, que rebrotó en diciembre en el capitalino municipio de Viana. Durante su intervención en el debate general de la 69 Asamblea Mundial de la Salud, celebrado del 23 al 28 de mayo en Ginebra, alertó por la escasez de vacunas contra la fiebre amarilla en el mercado internacional, pues el stock existente resulta insuficiente para la demanda mundial.
«Contamos con el empeño de la OMS y de la Alianza GAVI para el aumento de la producción de vacunas», señaló.
Refirió que el Gobierno creó un grupo de trabajo con la participación técnica de socios y el desarrollo del Plan Nacional de Respuesta a la Epidemia, que incluye cinco componentes principales: vigilancia de la dolencia, vacunación, control integrado del vector, cuidados clínicos y movilización social.
La fiebre amarilla es una dolencia viral transmitida por mosquitos infectados (Aedes aegypti) y provoca fiebre, dolores musculares, pérdida de apetito, vómitos y náuseas que pueden conducir a la muerte.
junio 06 / 2016 (PL) Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2016. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
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