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Los doctores Javier Zamora y David Arroyo, investigadores del IRYCIS del grupo de la Unidad de Bioestadística Clínica del Hospital Universitario Ramón y Cajal y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), dependiente del Instituto de Salud Carlos III, en España, han participado en una investigación que relaciona el uso de la anestesia durante el parto y el aumento de la mortalidad materna en países de renta baja y media.
En este estudio, publicado en la revista The Lancet Global Health, han colaborado también investigadores de diferentes hospitales y centros del Reino Unido.
El estudio, que ha analizado más de 36 000 muertes en 32 millones de embarazadas de países pobres, muestra que el 2,8 % del total de las muertes maternas en estos países se debe al uso de anestesia, que además es responsable de un 3.5 % de las muertes directamente relacionadas con complicaciones obstétricas. La tasa de mortalidad asociada a la anestesia supone un 13,8 % de las muertes tras un parto por cesárea. Entre los principales factores de riesgo asociados, se señala que el uso de anestesia general multiplica por tres el riesgo de muerte de la madre frente a la anestesia epidural.
«Las principales conclusiones de este estudio ponen de relieve la necesidad de realizar un mayor esfuerzo en el entrenamiento de los profesionales clínicos, en mejorar la infraestructura, los medios y recursos disponibles para la atención del parto. Resultados como los de este artículo deben servir para informar el diseño de intervenciones y políticas en países de renta baja para disminuir los riesgos asociados al parto», explica el Dr. Zamora.
El estudio presenta estimaciones del riesgo del uso de anestesia durante el embarazo en países de ingresos medios y bajos. Para ello se ha realizado una revisión sistemática y un meta-análisis agrupando datos de 140 estudios (más de 32 millones de embarazadas y 36.000 muertes) de un gran número de países y regiones geográficas, tratando de encontrar los factores de riesgo que subyacen a estas muertes.
Más de 250 000 mujeres mueren en el mundo cada año durante el embarazo o por motivos relacionados con este, el 99 % en países no desarrollados. Hasta la fecha no había estudios publicados que apuntaran en qué medida los procedimientos anestésicos pudieran tener un papel importante en la muerte materna en estos países cuando son precisamente los que cuentan con un menor acceso a equipos médicos y técnicos necesarios para asistir al parto de manera adecuada. Entre estos medios necesarios se encuentra la anestesia, que además de ser una parte fundamental y muy extendida en el cuidado obstétrico, puede tener consecuencias muy diferentes según la renta del país.