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Un nuevo estudio describe un modelo para predecir el parto vaginal o la cesárea con base en las características maternas y los resultados del ultrasonido intra-parto.
Investigadores del Hospital St. Olavs (Trondheim, Noruega), el Hospital de Addenbrooke (Cambridge, Reino Unidos), y otras instituciones, realizaron un estudio observacional prospectivo incluyendo 122 mujeres nulíparas en la primera etapa del trabajo de parto, con la intención de desarrollar un modelo para predecir el parto vaginal usando ultrasonido. El modelo incluye información sobre la edad materna, el índice de masa corporal (IMC), la duración del embarazo, la distancia perineo-cabeza, la posición posterior del occipucio, la rotación fetal en el canal del nacimiento, y la inflamación del cuero cabelludo del feto.
La posición de la cabeza fetal fue evaluada con ultrasonido trans-abdominal y la dilatación cervical fue evaluada por examen digital; la ecografía transperineal fue usada para determinar la distancia perineo-cabeza y la presencia de inflamación del cuero cabelludo del feto. Las mujeres fueron divididas en cohortes iguales de estudio y de validación. Una puntuación de riesgo para el nacimiento vaginal fue desarrollada, que fue dicotomizada en no (parto por cesárea) y sí (parto vaginal). Los resultados mostraron que las mujeres con una puntuación dicotomizada derivada por encima de la media tenían una probabilidad de más de 10 veces de tener un parto vaginal. El estudio fue publicado en la edición de Septiembre de 2015 de la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology.
“Entre las madres de primera vez, aproximadamente el 30% de los nacimientos son lentos. El trabajo de parto puede detenerse o hacerse lento si las contracciones son demasiado malas, si el bebé es grande, si el canal del parto es demasiado estrecho, o si el feto está en mala posición. Es importante determinar la razón principal”, dijo el autor principal, Torbjorn Moe Eggebo, MD, médico jefe del Centro Nacional de Medicina Fetal del Hospital St. Olavs. “Algunos fetos son llamados observadores de estrellas porque están boca arriba en relación con el útero de la madre cuando salen. Esos nacimientos con frecuencia toman un largo tiempo, y más a menudo terminan como partos por cesárea”.
“Muchas mujeres encuentran desagradable que les hagan un examen vaginal usando los dedos. Usar el ultrasonido en la sala de partos puede reducir el número de exámenes vaginales, y probablemente también el riesgo de infección durante el nacimiento; y los errores ocurren en al menos 20 % de las evaluaciones clínicas en comparación con solo el 2 % usando el ultrasonido”, añadió el Dr. Eggebo. “Las mujeres también logran información sobre cómo va el parto, y pueden ver las imágenes en la pantalla que muestra cómo el feto se mueve durante las contracciones. Es fácil enseñarles a las parteras y a los médicos a usar esos dispositivos pequeños de ultrasonido”.
El número de las cesáreas realizadas en partes diferentes del mundo varía mucho.
En Brasil, por ejemplo, más del 50 % de todos los niños nacen por cesárea, a menudo sin una razón profunda. En los Estados Unidos, la frecuencia es del 33%, mientras que en Noruega la frecuencia es de 17 %- 18 %. En las áreas periféricas de muchos países africanos, por otra parte, solo uno por ciento de los bebés viene al mundo por medio de las cesáreas, elevando la mortalidad materna. En Sierra Leona, el riesgo en la vida de una mujer de morir durante el embarazo y el parto es del 15%.