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Una arcilla usada durante siglos por los indígenas norteamericanos Heiltsuks para curar enfermedades también podría combatir bacterias resistentes a los fármacos, se conoció recientemente.Esa rara arena, disponible en el lago Kisameet, al norte de Vancouver, Canadá, tiene tanta fuerza antibacteriana que mataría varios patógenos invulnerables a los medicamentos, según un estudio publicado en «American Society for Microbiology´s mBio«.
Para esta investigación, el equipo de microbiólogos canadienses dirigido por Julian Davies, de la Universidad de la Columbia Británica, reconoció las pesquisas previas sobre el Kisameet, señala el artículo.
Esos trabajos, añade el escrito, muestran que ese producto compuesto de mineral biotita, tiene propiedades antimicrobianas.
A propósito de ello, en las pruebas realizadas por Davies y la investigadora Shekooh Behroozian, la arcilla suspendida en agua mató 16 cepas de bacterias fármaco-resistentes, obtenidas de muestras del Hospital General de Vancouver y del St. Paul’s Hospital.
Como consecuencia de ello, los expertos consideraron que en ese mineral natural habita un número significativo de microorganismos de diferentes especies, algunas de las cuales, pueden producir sustancias antimicrobianas.
«Después de 50 años de abusar y emplear incorrectamente antibióticos, las medicinas antiguas y otros agentes naturales basados en minerales podrían proporcionar nuevas armas», apuntó Davies.
Por eso, los autores recomendaron que esta exploración sea estudiada como tratamiento clínico para infecciones graves causadas por cepas de bacterias fármaco-resistentes, que son las causantes de la mayoría de infecciones contraídas en hospitales.
Diversos estudios avalan la eficacia de la arcilla para curar la colitis ulcerosa, la úlcera duodenal, la artritis, la neuritis, la flebitis, la irritación de la piel y las quemaduras.
febrero 11/2016 (PL)