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Un estudio liderado por el CNIO, el Barts Cancer Institute y la UAM demuestra que los macrófagos asociados a los tumores secretan la proteína LL-3, un péptido antimicrobiano que promueve el desarrollo de este tumor.
Los tumores de páncreas están formados por una sub-población de células altamente cancerígenas, conocidas como células madre de cáncer (CSC, de sus siglas en inglés, Cancer Stem Cells). Estas células representan la raíz del tumor ya que todas las células que componen la masa tumoral provienen de ellas. Además, estas células son muy resistentes a las terapias estándar, y por ello son las células causantes de la reaparición del tumor después de la quimioterapia.
Recientemente se ha descubierto que muchas de las propiedades de las células madre de cáncer dependen de señales, como son las proteínas secretadas, que reciben de nuestras propias células inmunes, específicamente de nuestros macrófagos.
Este estudio, liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el Barts Cancer Institute y La Universidad Autónoma de Madrid, demuestra que los macrófagos asociados a los tumores secretan la proteína LL-37 –un péptido antimicrobiano– que promueve el desarrollo de cáncer de páncreas a través de la activación de las células madre de cáncer. Los resultados se publican en la revista Gut.
El papel principal de los péptidos antimicrobianos, como el LL-37, es la destrucción de los microorganismos como las bacterias. Sin embargo e inesperadamente, en el contexto de cáncer, LL-37 también puede actuar sobre las células madre de cáncer haciéndolas mas tumorigénicas, metastáticas y quimioresistentes.
Además, las células madre de cáncer secretan factores que promueven la constante producción de LL-37 a través de los macrófagos, creando un ambiente retroalimentario que asegurar que la célula madre de cáncer tenga acceso constante a este péptido.
“Llevamos años reconociendo que las células inmunes asociadas a los tumores son un factor pronóstico negativo para diferentes tipos de cáncer, pero el papel que desempeñan estas células en el desarrollo tumoral ha sido desconocido hasta el momento. Este estudio, además de añadir a nuestro conocimiento actual el papel de las células inmunes en el desarrollo de cáncer, demuestra que los macrófagos en concreto, juegan un papel esencial en el cáncer de páncreas a través de las proteínas pro-tumorales que secretan, como puede ser el LL-37” explica Bruno Sainz, investigador principal del artículo.
Nuevas terapias
El péptido LL-37 actúa sobre las células uniéndose a receptores de reconocimiento situadas en las membranas de las células madre de cáncer. Afortunadamente, existen fármacos experimentales que pueden inhibir la interacción de LL-37 con sus receptores. Usando estos fármacos en líneas celulares y en modelos animales de cáncer de páncreas, se ha demostrado que inhibiendo la unión de LL-37 a sus receptores correspondientes, disminuye la capacidad proliferativa e invasiva de las células madre de cáncer de páncreas.
Más importante, en ratones tratados con los inhibidores, se alcanza una disminución significativa en el desarrollo de lesiones malignas en el páncreas y en la metástasis en órganos secundarios como el hígado, demostrando el potencial uso clínico de esta terapia para tratar cáncer de páncreas.
Los datos de este estudio proporcionan una prueba clara de concepto. Por tanto, se deben iniciar estudios enfocados en el desarrollo de inhibidores de los receptores de LL-37, presentes en las células madre de cáncer, como estrategia para interrumpir la comunicación que existe entre los macrófagos asociados a tumores y las células más cancerígenas de los tumores sólidos.