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El balance energético es fundamental para una buena salud, ya que evita la acumulación de lípidos (grasas) y exceso de azúcar en el organismo humano, así como la aparición del sobrepeso, la obesidad, la diabetes y otras enfermedades.
El equilibrio entre la ingesta de alimentos y la energía que se gasta constituye ese balance, y para ello el cuerpo cuenta con diversos mecanismos como las hormonas, y fundamentalmente la actividad física.
La composición personal también es importante, pues quienes tienen mayor masa muscular gastarán más energía, y las personas con más tejido graso quemaran menos calorías, resaltó la nutrióloga e investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, Elisa Gómez.
Y es que, dijo, el problema de la época moderna es que cada vez se camina menos y tampoco se hace otra actividad física.
«El problema es que quizá estamos consumiendo más calorías de las gastamos y últimamente se ha hecho mucho énfasis en lo que consumimos, pero se ha perdido mucho de vista lo que gastamos», es decir, la actividad física que realizamos.
«Puede ser que una persona siga consumiendo las mismas calorías que antes, pero su actividad física haya disminuido mucho y entonces se pierde el balance», expresó, por lo que recomendó hacer 60 minutos de ejercicio por lo menos tres veces a la semana.
enero 13/ 2016 (Notimex) Tomado del Boletín de Noticias Prensa Latina Copyright 2016 Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
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