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El estudio de la anatomía y la estructura cerebral de las personas con migraña, mediante técnicas de neuro imagen, puede ofrecer una respuesta para pacientes que no acaban de encontrar respuesta farmacológica adecuada. Los primeros datos sugieren daño en la sustancia gris.
Investigadores del Hospital Universitario Dexeus de Barcelona y del Departamento de Ingeniería Biomédica del Hospital Quirónsalud, en Valencia, están llevando a cabo una investigación, con técnicas avanzadas de neuroimagen, para estudiar la anatomía y la estructura cerebral de personas con migraña. El objetivo de este proyecto es estudiar, con la tecnología más avanzada, el sustrato anatómico cerebral de pacientes con migraña y compararlo con sujetos sanos.
La migraña es una enfermedad crónica que se presenta en forma de episodios de dolor pulsátil de cabeza de moderados a graves que afectan a media cabeza y que suele aparecer acompañado de náuseas y vómitos. Según Roberto Belvís, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Dexeus, «los pacientes que la padecen suelen incrementar su malestar con la luz y el sonido y al hacer pequeños esfuerzos o con el traqueteo de la cabeza». Afecta al 12 % de la población española y es más frecuente en mujeres, con una proporción de tres a uno.
El objetivo del proyecto es estudiar, con la tecnología más avanzada, el sustrato anatómico cerebral de pacientes con migraña y compararlo con sujetos sanos. «Pese a que en los últimos años ya se han descrito algunas anomalías en el cerebro difíciles de definir como lesiones en los pacientes con migraña, la realidad es que la mayoría de estas alteraciones no son específicas de la migraña, pues aparecen también en otras condiciones y enfermedades», señala Gracián García, especialista de la Unidad de Ingeniería Biomédica del Quirónsalud Valencia.
RM cerebral de alta resolución
En este estudio multicéntrico, en el que participa un total de cuatro hospitales de la red Quirónsalud, se han adquirido imágenes de resonancia magnética cerebral de alta resolución espacial, tanto a pacientes con migraña como a sujetos sanos pareados por edad y sexo. Estas pruebas se analizan con aplicaciones avanzadas de neuroimagen para determinar si existen alteraciones muy sutiles, no perceptibles al ojo humano, en los cerebros de los pacientes migrañosos cuando se comparan con el grupo de referencia control.
Los resultados evidencian que existen daños en la sustancia gris de los pacientes con migraña. «Estas alteraciones tienen una correlación significativa con los años de evolución de la enfermedad: cuantos más años de evolución de la enfermedad en el sujeto, mayores son los daños. Los resultados se circunscriben a la región precentral del cerebro, relacionada con el procesamiento de múltiples estímulos y procesos, entre los que se encuentra el dolor», señala Roberto Sanz, de la Unidad de Ingeniería Biomédica de Quirónsalud.
diciembre 21/ 2015 (Diario Médico)