dic
24
En un trabajo publicado en «Diabetes» se describe el mecanismo mediante el cual la administración de uroguanylina reduce el peso y la cantidad de grasa en animales obesos sin modificar la cantidad de alimento ingerido.Investigadores del CiberOBN, el Instituto de Investigaciones Sanitarias de Santiago (IDIS) y la Universidad de Santiago de Compostela (USC) han demostrado en animales de experimentación el efecto antiobesidad de una proteína producida en el intestino, la uroguanylina.
En un trabajo publicado en «Diabetes» se describe el mecanismo mediante el cual la administración de uroguanylina reduce el peso y la cantidad de grasa en animales obesos sin modificar la cantidad de alimento ingerido. Este trabajo forma parte de un proyecto liderado desde Compostela por Luisa María Seoane, directora del grupo de Fisiopatología Endocrina. En el estudio también ha participado el profesor de la USC Rubén Nogueiras. El trabajo forma parte de la tesis doctoral de Cintia Folgueira, codirigida por ambos investigadores y financiada mediante el programa de ayudas predoctorales del IDIS.
La uroguanylina es una proteína producida mayoritariamente en el intestino que se conocía hasta ahora por su papel en el intestino y el riñón regulando el balance del agua. En los ratones obesos tratados de forma crónica con uroguanylina se redujo drásticamente tanto el peso como la grasa sin modificar la ingesta calórica.
«Hemos descubierto que los efectos de la uroguanylina se producen a través de sus acciones sobre los dos tipos de grasa presentes en el cuerpo: la grasa blanca y la grasa parda. Por un lado, la uroguanilina incrementa la actividad de la grasa parda, que quema calorías para mantener la temperatura corporal. Por otro lado, estimula la diferenciación de grasa blanca, que sólo almacena las calorías, y grasa parda, ayudando así a quemar más calorías», explica Seoane.
Conexión intestino-cerebro
Este trabajo sugiere que, una vez que la uroguanylina se produce y se libera en el intestino, llega al cerebro, que es el encargado de transmitir las señales a la grasa para que la hormona ejerza su efecto antiobesidad. Según la investigadora, «en la actualidad el único tratamiento efectivo contra la obesidad lo constituye la cirugía bariátrica, lo cual lleva a pensar que aquellas proteínas liberadas por el sistema digestivo deben ser cruciales en la regulación del peso corporal.
La uroguanylina se une así a la lista de factores procedentes del sistema digestivo que están siendo estudiados como posibles tratamientos de la obesidad».
El trabajo ha sido financiado por el Programa Starting Grant del European Research Council, la Consejería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia, el Ministerio de Economía y Competitividad y el Instituto de Salud Carlos III.
diciembre 23/2015 (Diario Médico)