Expertos recomiendan que los hipertensos realicen entre 45 y 60 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada.

El ejercicio aeróbico, como caminar, correr, nadar o montar en bicicleta, puede ayudar a prevenir y controlar la hipertensión arterial (HTA) si se realiza con una intensidad moderada, por lo que es un tratamiento susceptible de ser prescrito por un médico.

Ésta es una de las conclusiones que se destacan en el Documento de Consenso de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED-FEMEDE) ‘Prescripción de ejercicio físico en la prevención y tratamiento de la hipertensión arterial’. El documento se presenta en las VI Jornadas Nacionales de la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE) que tiene lugar los días 27 y 28 de noviembre en el Colegio de Médicos de Bizkaia, en Bilbao.

La hipertensión arterial afecta actualmente al 38 % de la población adulta, una cifra que aumenta considerablemente con la edad llegándose a situar en el 49 % entre los 45 y los 65 años. “A partir de esta edad, la cifra de personas con HTA puede incrementarse hasta el 65 %, por lo que podemos decir que hay más de 5 millones de hipertensos mayores de 65 años, y se prevé que sean 6 millones en 2025”, según explica el Dr. Pedro Manonelles, presidente de SEMED-FEMEDE.

Además, según varios estudios, sólo el 75 % de las personas con hipertensión arterial conocen que padecen esta enfermedad y, de estos, solamente la mitad recibe algún tipo de tratamiento. “Aunque el control de la población hipertensa ha mejorado en los últimos años, todavía sigue siendo un grave problema sanitario”, subraya el Dr. Manonelles.

Prescripción médica del ejercicio

Tal y como indica este Documento d Consenso, la prescripción de ejercicio requiere de la mismas pautas que cualquier otra prescripción de medicamentos, es decir, que necesitan de un diagnóstico previo, así como un plan de tratamiento que incluya tanto el tipo de ejercicio, como la duración, intensidad y frecuencia con la que se debe realizar.

“El tipo de ejercicio recomendado como método complementario del tratamiento de la HTA es el aeróbico que implica grandes grupos musculares, como es caminar, correr, montar en bicicleta, nadar o remar”, apunta el Dr. Miguel del Valle, director de la Escuela de Medicina del Deporte de la Universidad de Oviedo y uno de los autores de este consenso. “También se pueden realizar ejercicios de fuerza, pero siempre como complemento de los aeróbicos”.

Entre 45 y 60 minutos al día

Aunque lo ideal es que la práctica de actividad física sea diaria durante un tiempo de entre 45 y 60 minutos, hacer ejercicio entre 3 y 5 días a la semana también es una frecuencia efectiva para conseguir reducir la presión arterial. “Una sola sesión de ejercicio puede disminuir la presión arterial durante varias horas, lo que es motivo suficiente para recomendar realizar ejercicio todos los días”, continúa explicado el Dr. Del Valle. “La actividad debe ser moderada, con entre el 50 y el 70% del consumo máximo de oxígeno, que es la intensidad en la que se han encontrado mayores reducciones de la presión arterial de forma aguda y crónica”.

Un aspecto muy importante a la hora de prescribir ejercicio es que el tipo de actividad elegido sea aceptado por parte del paciente, dado que esto hará que le sea más fácil llevarlo a cabo. “Hay que tener en cuenta que este tipo de pacientes con HTA a los que se les prescribe realizar alguna actividad física debe seguir determinadas pautas para evitar crisis o el empeoramiento de la enfermedad”, resalta el Dr. Manonelles. “Se debe realizar una valoración funcional y el programa de actividad física debe ser controlado por el médico para que pueda hacer una evaluación de su efectividad y realizar las modificaciones necesarias”.

Además, tal y como indica el Documento de Consenso ‘Prescripción de ejercicio físico en la prevención y tratamiento de la hipertensión arterial’, los pacientes con HTA severa o que todavía no ha podido ser controlada, sólo pueden realizar el programa de entrenamiento físico tras la evaluación médica y el inicio de un tratamiento farmacológico.

Es necesario tener en cuenta también que los pacientes hipertensos deben acompañar este ejercicio físico con una modificación de sus hábitos de vida, reduciendo la ingesta de sodio, perdiendo peso, y eliminando el consumo de alcohol y tabaco.

noviembre 30/ 2015 (JANO)

diciembre 1, 2015 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Cardiología, Enfermedades Cardiovasculares, Medicina, Medicina Interna | Etiquetas: , |

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