nov
21
Investigadores de la Universidad Autonóma de Madrid sugieren el uso combinado de inhibidores de JAK y drogas epigenéticas como agentes potenciadores de la terapia.
Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han descubierto que la activación del oncogén JAK2 es decisiva en la transformación de células del sistema inmune en malignas y, con ello, en el desarrollo de linfomas linfoblásticos T, lo que abre nuevas vías para el tratamiento de estos tumores.
Según explican los autores de este trabajo, cuyos resultados publica la revista «Leukemia«, los linfomas linfoblásticos de células T precursoras (T-LBLs) constituyen un subgrupo altamente heterogéneo de enfermedades raras pertenecientes a las leucemias que afectan principalmente a niños, pero también a adultos.
Este tipo de proliferación maligna de células defensivas del sistema inmunitario aparece como una masa en el timo o mediastino anterior, pero pueden afectar a diferentes ganglios linfáticos, y tiene menos de un 25 % de infiltración blástica, es decir, un 25 % menos de invasión de células tumorales del linfoma en médula ósea.
La investigación, en la que también participan el Instituto de Investigación Sanitario Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) y el Centro de Investigaciones Biomédicas en Red de Enfermedades raras (CIBERER), analizó el oncogén JAK2 utilizando técnicas de secuenciación de última generación que permiten analizar de forma simultánea miles de moléculas de ADN o ARN en una sola plataforma.
Dicho oncogén actúa mediante dos mecanismos diferentes: uno de naturaleza genética (cambios que no suponen la modificación de la secuencia de bases nucleotídicas del gen) y otro de naturaleza epigenética (alteraciones en la expresión génica, sin que cambie la secuencia de bases nucleotídicas del gen, que afectan a la configuración de la cromatina).
Los resultados obtenidos sugieren la posibilidad de combinar el uso de inhibidores de este con drogas que influyan en el grado de compactación de la cromatina que rodea al gen. De esta manera, se potenciaría el efecto de las terapias utilizadas actualmente en un grupo importante de este tipo de linfomas.
Funcionamiento de JAK2
El JAK2 forma parte de una vía de señalización denominada JAK-STAT, compuesta por un grupo de moléculas dentro de una célula que trabajan juntas para controlar una o más funciones de las células (como la proliferación celular o la muerte celular).
Esta vía tiene un papel sustancial en el control de la proliferación y supervivencia de los precursores linfoides (células inmaduras que dan lugar a los linfocitos, las células defensivas del sistema inmunitario) y, hasta el momento, no se tenía una constancia clara de la implicación de las alteraciones de esta vía en el desarrollo de los T-LBLs.
En este trabajo se ha identificado una nueva translocación (desplazamiento de un segmento de un cromosoma a un nuevo lugar en el genoma) y nuevas mutaciones que, por un lado, son capaces de activar esta vía JAK-STAT y, por otro, de inducir la expresión de otro potente oncogén (LMO2) mediante un mecanismo epigenético capaz de silenciar/inhibir al gen SOCS3; que es, a su vez, un regulador negativo de JAK2.
Los resultados obtenidos aconsejan el uso de estas nuevas tecnologías de secuenciación para identificar variantes genéticas raras dentro de cada tumor (heterogeneidad intratumoral); y sugieren el uso combinado de inhibidores de JAK y drogas epigenéticas como agentes potenciadores en el tratamiento de muchos de estos linfomas.
noviembre 20/2015 (JANO.es)