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Una investigación muestra que equivale al mismo nivel de esfuerzo físico que un paseo a paso rápido
Si usted ha sufrido un ataque cardiaco, no tiene que evitar el sexo por miedo a sufrir otro, según los investigadores.
A muchas personas que han sufrido un ataque cardiaco les preocupa que realizar demasiadas actividades físicas podría desencadenar otro ataque. Pero tras revisar los datos recogidos de 536 pacientes con enfermedades cardiacas con una edad comprendida entre los 30 y los 70 años, los investigadores descubrieron que la actividad sexual requiere aproximadamente la misma cantidad de esfuerzo que subir dos pisos de escaleras o dar un paseo a paso rápido.
Los pacientes rellenaron formularios sobre su actividad sexual. En los meses que precedieron a su ataque cardiaco, casi el 15 por ciento no mantuvieron relaciones sexuales durante ese periodo, casi el 5 por ciento tuvieron relaciones sexuales menos de una vez al mes, aproximadamente el 25 por ciento mantuvieron relaciones menos de una vez a la semana y el 55 por ciento lo hicieron al menos una vez a la semana.
Los investigadores analizaron la actividad sexual que los pacientes llevaron a cabo en los 12 meses antes de su ataque cardiaco y estimaron el vínculo entre la frecuencia de sus relaciones sexuales con los eventos futuros, como sufrir un ataque cardiaco letal, un accidente cerebrovascular o una muerte cardiovascular.
Durante 10 años de seguimiento, los investigadores hallaron que, en los pacientes del estudio, se produjeron 100 eventos cardiacos adversos. Pero la actividad sexual no fue un factor de riesgo de sufrir futuros problemas, reveló la carta de investigación publicada el 21 de septiembre en la revista Journal of the American College of Cardiology.
Tras evaluar en qué momento se produjo la última actividad sexual antes del ataque cardiaco, solamente el 0.7 por ciento de los participantes dijeron que habían mantenido relaciones sexuales en la hora anterior al momento en que se produjo el ataque cardiaco. Pero más del 78 por ciento afirmaron que su última actividad sexual se produjo más de 24 horas antes del ataque cardiaco.
«En función de nuestros datos, parece muy improbable que la actividad sexual sea un desencadenante relevante de un ataque cardiaco», comentó en un comunicado de prensa del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) el autor del estudio, el Dr. Dietrich Rothenbacher, presidente del Instituto de Epidemiología y Biometría Médica de la Universidad de Ulm, en Ulm, Alemania.
«Menos de la mitad de los hombres y menos de una tercera parte de las mujeres obtienen de sus médicos información sobre la actividad sexual tras sufrir un ataque cardiaco. Es importante tranquilizar a los pacientes y decirles que no se deben preocupar y que deberían reanudar su actividad sexual normal», añadió Rothenbacher.
Pero los investigadores dijeron que varios medicamentos para el corazón podrían provocar efectos secundarios sobre la sexualidad, como, por ejemplo, la disfunción eréctil. Cuando se usan de forma combinada, ciertos medicamentos para el corazón y otros usados para tratar la disfunción eréctil pueden provocar una reducción en la presión arterial. Los autores del estudio afirmaron que los pacientes deben ser conscientes de estos riesgos.