El fenómeno 2.0 está entrado con mucha fuerza en el ámbito sanitario y biomédico de todo el mundo, aunque en el campo de la cirugía española todavía no ha calado tanto como ocurre en otros países.
Según ha explicado a Diario Médico Jenaro Fernández-Valencia, especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología en la Unidad de Cadera del Hospital Clínico de Barcelona y en Centro Médico Teknon, en Barcelona, el manejo de las herramientas electrónicas y las redes sociales se ha convertido en un elemento clave para la evolución y formación de los profesionales y mejora la interacción con los pacientes actuales, que reclaman y buscan información en las redes.

Según Fernández-Valencia, vocal de la Sección eSalud del Colegio de Médicos de Barcelona y moderador de la mesa El cirujano C.O.T 2.0. La tecnología al servicio del traumatólogo, que tuvo lugar en el LII Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (Secot), que celebrado en Valencia recientemente, «las nuevas tecnologías abren un abanico de posibilidades: a modo de ejemplo, una de las experiencias más de moda son los MOOC. Se trata de cursos masivos abiertos en línea, gratuitos y desarrollados por universidades de prestigio. Se puede aprender sobre estadística en medicina, sobre escritura científica en inglés, y sobre muchas más materias, y, al acabar, superando los módulos, se proporciona un diploma acreditativo».

Por otro lado, muchos cursos o congresos se apoyan de Twitter para que los asistentes tengan un contacto con la organización más inmediato, o crean «hashtags» (etiquetas) para que se discutan contenidos. Pero hay mucho más y en muchas dimensiones: «La capacidad de ampliar tu red de contactos con profesionales con tus mismos intereses, compartir contenidos científicos, poder crear nuevos contenidos en beneficio del propio aprendizaje o en beneficio de la formación de los pacientes son algunas de las ventajas. Buena muestra de ello es la abundancia de presentaciones didácticas de acceso gratuito en Slideshare o la creación de los Open Journals, un fenómeno directamente relacionado con la revolución de la información devenida en estos últimos años», ha señalado.

‘e-Herramientas’
Una de las más preciadas por los investigadores es el gestor bibliográfico: «Recomiendo Mendeley, pero hay muchos otros como Zotero o Endnote. Con Mendeley ocurre la magia: colocas tus archivos pdf y los tienes organizados al momento, pudiendo intercambiarlos entre tabletas y portátil, anotar, subrayar, citar en un word…». Por otro lado, hay app que facilitan proporcionar información al paciente, como las desarrolladas por Alberto Sánchez, uno de los ponentes de la mesa 2.0. «Con Artrocadera (disponible en Google Play), el médico puede utilizar un modelo 3D para explicarle al paciente su enfermedad», ha expuesto.

Sin ir más lejos, el propio WhatsApp se ha convertido en una herramienta clave: «En la Unidad de Cadera del Hospital Clínico llevamos desde 2013 utilizándolo para coordinar la actividad quirúrgica entre enfermería, anestesistas, instrumentistas, cirujanos, MIR y gestora de pacientes». Se ha extendido el uso a muchos servicios en toda España «y pensamos que la evolución será en breve al uso de sistemas de mensajería instantánea más específicos para nuestra profesión».

Con todo esto, ¿cuáles son las claves para un cirujano 2.0? «El 2.0 indica simplemente nueva versión. En lo que respecta a internet implica compartir e interactuar: antiguamente bastaba con estar en las páginas amarillas; en los años 90, con una página estática de contenidos. Ahora debes tener un blog, y opinar en tu cuenta de Twitter o Facebook. Tienes que demostrar que estás vivo y que respiras. Los pacientes quieren saber quien les va a operar y muy probablemente te van a buscar en Google. Mirarán tu currículum en LinkedIn. Y esa presencia en internet tiene que ser auténtica; no la puede hacer nadie por ti y a base de trabajar esos contenidos se va reflejando tu personalidad y tu criterio médico», ha expuesto Fernández-Valencia.

Para conseguir el manejo práctico en redes sociales, se requieren «horas de vuelo». En su opinión, «recomendaría abrir un perfil en Twitter y observar. Comenzar por ahí. No hace falta crear contenidos, simplemente seguir los comentarios de las personas o entidades que sean de tu interés. Y a partir de ahí pueden comenzar muchas cosas».

¿Para todos?
¿Todos los cirujanos están llamados al 2.0? No hay dos personas iguales y no todo el mundo tiene porqué estar en esto, en opinión del especialista: «Buena parte de los escépticos o agnósticos en 2.0 ni siquiera tienen un posicionamiento sobre el tema, sino que pasan olímpicamente. Diría que vendrían a ser la mitad de los traumatólogos españoles. Otros van estando activos, y considero que podrían ser del orden del 10 % del total. El resto manifiesta recelo, dudas, inseguridad o miedo. Miedo al qué dirán o miedo a una intrusión de los pacientes en su vida personal. Creen que al entrar comenzarán a escribir sobre ellos y les criticarán, o que su carrera se verá truncada por algún enredo derivado de las redes sociales».

Pero, ha matizado, «si se sabe mantener un perfil profesional claramente diferenciado del de la vida personal, no tiene porqué pasar nada malo». De hecho, ha concluido, «en los años que llevo en redes sociales no he experimentado ninguna situación comprometida, sino más bien al contrario: no he parado de aprender y estoy muy agradecido».
septiembre 30/2015 (Diario Médico)

octubre 1, 2015 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Medicina | Etiquetas: , , , |

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