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Los experimentos en ratones mostraron que la eliminación del gen que codifica SOCS3 no afectaba al desarrollo vascular normal de la retina.
El tratamiento antiangiogénico de la retinopatía proliferativa podría realizarse de una forma más precisa y con menos efectos adversos gracias al hallazgo de una nueva diana terapéutica. La proteína SOCS3, presente en las neuronas y las células de glía de la retina, suprime la señalización del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), lo que evita el crecimiento neovascular patológico.
Así lo ha constatado un equipo de científicos encabezado por Ye Sun, de la Facultad de Medicina de Harvard, cuyos resultados se publican en el último número de «Science Signaling«.
Los experimentos en ratones mostraron que la eliminación del gen que codifica SOCS3 no afectaba al desarrollo vascular normal de la retina, pero sí que disminuía el crecimiento anómalo de nuevos vasos sanguíneos. Por lo tanto, la proteína estaría actuando como un freno molecular frente a la retinopatía.
A la luz de los datos obtenidos, los investigadores aventuran que este hallazgo podría conducir, en un futuro, al desarrollo de terapias dirigidas a VEGF solo en la retina, y no en otras partes del cuerpo. Los medicamentos actualmente disponibles no son tan selectivos.
septiembre 28/2015 (Diario Médico)