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Injertar una vejiga junto al riñón diseñado a partir de células madre conforma un sistema de excreción que favorece el funcionamiento de los órganos trasplantados, según se ha visto en modelos de animal.
La enfermedad renal aumenta en todo el mundo y el tratamiento de su fase final se ve limitado por la escasez de órganos para la donación.
En los últimos años, los investigadores han logrado diseñar riñones funcionales de novo a partir de células madre. Sin embargo, para que estos organoides puedan tener una auténtica aplicación clínica han de contar con una vía excretora completamente desarrollada.
Esto es lo que ha conseguido un grupo de investigadores de la Universidad de Jikei, en Tokio. El laboratorio de Takashi Yokoo propone una solución en «Proceedings of the National Academy of Sciences» («PNAS«) y demuestra así, en dos modelos diferentes de animales, que los riñones de laboratorio podrían ser una realidad alternativa a la donación.
El principal escollo que superar en los riñones de diseño era su incapacidad para crecer en todo su tamaño. Al no contar con las vías necesarias para excretar la orina, los órganos generaban hidronefrosis.
El equipo de Yokoo ha implantado riñones embrionarios de rata junto con vejigas en roedores adultos, que actuaron como receptores. Cuatro semanas después del trasplante, los científicos conectaron uno de los uréteres de la rata hospedadora a la vejiga trasplantada. Con ello, permitieron que la orina «viajara» de los riñones trasplantados a la vejiga injertada y de ahí, a la vejiga del hospedador, lo que evitó la hidronefrosis.
Ocho semanas después del injerto, el tejido de los riñones presentaba estructuras propias de los riñones maduros. Para analizar la viabilidad clínica de este sistema, que los autores han denominado «sistema escalonado de uréter peristáltico», repitieron el experimento con cerdos y lograron resultados similares a los observados en ratas.
Los científicos japoneses destacan que «por lo que sabemos, es la primera vez que se demuestra que este sistema puede resolver dos problemas importantes en la obtención de riñones a partir de células madre: la construcción de una vía de excreción urinaria y el crecimiento continuo de los órganos generados».
septiembre 24/2015 (Diario Médico)