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El mecanismo de la autofagia celular esconde una vía para luchar contra las enfermedades de la vejez
Los sistemas de reparación de los mecanismos de reciclaje celulares pueden servir para desarrollar nuevas terapias contra las enfermedades del envejecimiento.
Ana María Cuervo, codirectora del Centro de Estudios sobre el Envejecimiento de la Universidad Albert Einstein, en Nueva York, y codirectora de la revista Aging Cell, centra sus investigaciones en el desarrollo de terapias para enfermedades relacionadas con el envejecimiento, como diabetes, Alzheimer, Parkinson o cáncer, que se sirvan de los mecanismos de reparación de los sistemas de limpieza y reciclaje que utilizan las células para seguir funcionando. Por ahora, los resultados en animales de experimentación son muy esperanzadores.
La científica participa en el XXXVIII Congreso de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (Sebbm). La cita científica en el Palacio de Congresos de Valencia plantea analizar los últimos avances en la comprensión de los mecanismos implicados en cáncer, envejecimiento, enfermedades neurodegenerativas y enfermedades raras y la exploración de vías para desarrollar fármacos, así como los procesos relacionados con el envejecimiento y la investigación para encontrar maneras de hacerle frente.
Según ha explicado Cuervo, que imparte una conferencia patrocinada por el programa L’Oreal-Unesco For Women in Science, «mi equipo estudia las razones por las que falla la autofagia, uno de los sistemas de limpieza y reciclaje de las células, y cómo repararla».
Por el momento, han podido demostrar que es posible mantenerla funcional en animales añosos: «En un primer estudio, usamos manipulación genética para expresar en un ratón transgénico el componente que disminuye con la edad en el hígado en ratones viejos (proteína LAMP-2A) y demostramos que tenían menos proteínas dañadas, respondían mejor al estrés y la función del órgano era comparable a la de animales jóvenes».
A partir de estos resultados, están desarrollando moléculas que podrían preservar de alteraciones los procesos de autofagia e investigar el posible efecto beneficioso en algunas enfermedades relacionadas con la edad.
«Una vez identificado un inhibidor que normalmente regula la actividad de este sistema, el receptor del ácido retinoico alfa (RARalfa), desarrollamos moléculas y compuestos que puedan combatir ese freno biológico: en concreto, son estabilizadores de un correpresor del RARalfa que bloquea sólo una parte del programa transcripcional de esta vía de señalización, que es justo la parte del programa que inhibe este sistema de reciclado».
De momento, se ha probado en ratones para comprobar la toxicidad y cómo se distribuyen: «Sabemos que tienen un estabilidad apropiada, no han demostrado toxicidad por ahora, cruzan la barrera hematoencefálica y alcanzan muy buenos niveles en el cerebro, lo cual es importante si queremos usarlos para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas del envejecimiento».
Futuro esperanzador
El siguiente paso sería usarlos en algún modelo animal de enfermedad, como Parkinson o Alzheimer. Si los resultados son satisfactorios, «esperamos que prevengan el descenso de la limpieza celular con la edad y eso ayude a prevenir o por lo menos conseguir que el avance de las enfermedades del envejecimiento sea más lento», si bien aún serán necesarios muchos ensayos antes de poder llevar a la clínica.
Sin embargo, «para acelerar las cosas, tenemos en marcha distintas formas de abordar el problema: además de estos compuestos de creación propia, estamos analizando medicamentos que se usan ya para el tratamiento de otras patologías en la clínica y ver si alguno también acelera la limpieza celular».
A la vez, también están buscado cambios en la dieta que puedan favorecer la activación de estos sistemas: «Ello estaría orientado a dar una serie de recomendaciones dietéticas que pudiesen usarse de forma preventiva contra las enfermedades que tienen mayor incidencia en ancianos».
septiembre 07/ 2015 (Diario Médico)