sep
7
Un estudio para el que se utilizó una cabeza de maniquí con un medidor de rayos ultravioleta A y B determina que la cercanía de los dispositivos incrementa la radiación en el rostro de los usuarios.
Un estudio de la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque, Estados Unidos, sugiere que el uso abusivo de teléfonos y otros dispositivos móviles bajo el sol puede aumentar la exposición a los rayos ultravioleta (UV). «Estos dispositivos se utilizan normalmente para la comunicación y el entretenimiento, por lo que es fácil que los usuarios pasen por alto el potencial de la reflexión en sus pantallas, a menos que dé un excesivo resplandor», ha señalado Mary Logue, coautora de la investigación, que se publica en la revista Journal of the American Academy of Dermatology.
En un pequeño estudio observacional realizado a campo abierto en Albuquerque, los investigadores utilizaron una cabeza de maniquí con un medidor de rayos ultravioleta A y B para ver los niveles a los que se exponían por la reflexión del sol en diferentes dispositivos durante una hora, de las 11 a las 12 del mediodía. Así, pusieron al maniquí a ‘leer’ una hoja de una partitura de música, una revista, varios dispositivos de la marca Apple (un iPhone5, varios modelos de iPad y dos portátiles MacBook) y un libro electrónico de Kindle.
En una primera prueba los investigadores situaron los dispositivos a unos 40 centímetros (16,5 pulgadas) de distancia con el medidor de rayos UV y en una segunda algo más cerca, a 30 centímetros (12,2 pulgadas). Se utilizó siempre el mismo ángulo para imitar la posición con la que se suelen usar estos dispositivos, en la mano.
Con los dispositivos más alejados, vieron como la revista abierta aumentaba la exposición solar en un 46 % en comparación con la hoja de la partitura, que deja pasar más luz y no la refleja a la cara. Pero el iPad2 aumentó la exposición solar hasta en un 85 %, y los portátiles en un 75%. En la segunda prueba, cuando se acercaron los dispositivos al rostro del maniquí, vieron que la exposición solar con todos los dispositivos, incluido el ‘iPhone5′, aumentó en un 36 %.
«Los efectos nocivos de los rayos UV están bien documentados, por lo que limitar la exposición es la medida preventiva más eficaz para evitarlos», ha reconocido Logue, que defiende que esta exposición indirecta puede sumarse a la exposición solar que va acumulando un individuo e incrementar sus riesgos.
La experta reconoce que a raíz de este hallazgo es necesario ampliar los estudios para ver si esta mayor exposición puede asociarse a un mayor riesgo de cáncer de piel, sobre todo si no se siguen las recomendaciones de protegerse con gafas de sol y cremas solares.