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Los niños y las niñas que acaban de nacer muestran diferencias en la espina dorsal, según un estudio
Las espinas dorsales de los chicos y de las chicas no son del mismo tamaño al nacer, muestra un estudio reciente.
Los investigadores sospechan que esta diferencia probablemente se deba a una adaptación evolutiva para permitir a las espinas dorsales femeninas afrontar el peso añadido que soportan durante el embarazo.
Los investigadores usaron IRM para medir los pequeños huesos que forman la espina dorsal (las vértebras) de 70 recién nacidos sanos de ambos sexos.
El diámetro de las secciones cruzadas de las vértebras, un factor clave en la fortaleza de esos huesos, era en promedio un 11 por ciento más pequeño en las chicas que en los chicos, reveló el estudio.
El estudio aparece en la edición de agosto de la revista Journal of Pediatrics.
«Los seres humanos son los únicos mamíferos en que se observa esta diferencia, y es una de las pocas diferencias fisiológicas clave entre los sexos», señaló en un comunicado de prensa del Hospital Pediátrico de Los Ángeles el autor principal del estudio, el Dr. Vicente Gilsanz, director del programa de investigación con imágenes del hospital.
«El motivo podría ser que la espina dorsal tiene que moverse hacia adelante en el embarazo, de forma que la mujer pueda caminar y mantener su centro de gravedad», explicó.
Pero lo que ayuda a la mujer a portar al bebé durante el embarazo podría hacerla susceptible a las lesiones el resto de su vida. Gilsanz dijo que esos cambios aumentan el estrés en la espalda e incrementan las probabilidades de fracturas a una edad más avanzada.
Las mujeres también tienen un riesgo más alto de escoliosis (una curvatura anómala de la espina dorsal) y osteoporosis que los hombres, anotó Gilsanz.
«Aunque sabíamos que las chicas tenían unas vértebras más pequeñas que los chicos, no sabíamos qué tan temprano ocurría esa diferencia por primera vez», comentó Gilsanz. «Nuestro estudio indica que la distinción entre los sexos ya se encuentra en el nacimiento, y ofrece nuevas evidencias de que esta diferencia se inicia durante el desarrollo prenatal del esqueleto axial».
«Este es un ejemplo de cómo los rasgos que podrían predisponer a un individuo a la enfermedad se pueden mitigar a través de una medicina y una atención de la salud personalizadas, comenzando a principios de la vida», añadió.
agosto 13 / 2015 (HealthDay s) –