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Infecciones gastrointestinales y del tracto urinario recientes pueden frenar el riesgo de artritis reumatoide (AR), según publica «Annals of the Rheumatic Diseases», en un estudio realizado sobre 6500 personas en el Instituto de Medicina Ambiental de Estocolmo, en Suecia. Una posible explicación sería la forma en que estas infecciones alteran los tipos de bacterias residentes en el intestino o microbioma.
Más de 2800 personas habían sido recientemente diagnosticadas de AR. Las restantes 3500 eran población sana seleccionada al azar. Se evaluó si habían tenido alguna infección de este tipo en los años anteriores al estudio y si habían tomado antibióticos. En el grupo que presentó infecciones -gastrointestinales, urinaria o genital-, se observó un menor riesgo de desarrollar AR: un 29, 22 y 20 %, respectivamente. Haber tenido los tres tipos de infección en los dos años anteriores se relacionó con un riesgo del 50 % menos. No hubo asociaciones para infecciones respiratorias recientes o neumonía ni cuando éstas se habían producido en el último año.
Aunque se trata de un estudio observacional, los hallazgos «recalcan la importancia del microbioma en el intestino y su papel en la patogénesis de la AR. Las paredes intestinales están expuestas a una alta carga de antígenos bacterianos, encargados de iniciar o modificar la inflamación.
febrero 12/2015 (Diario Médico)
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