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Los resultados de una nueva investigación, presentados en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado en Barcelona, Catalunya, España, indican que el consumo habitual de té reduce en un 24 % la mortalidad provocada por causas no cardiovasculares.
El estudio, realizado por el equipo del profesor Nicolas Danchin, del Hospital Europeo Georges Pompidou en París, Francia, se hizo sobre 131 401 personas de edades comprendidas entre los 18 y los 95 años.
Durante un seguimiento posterior de 3,5 años como promedio, hubo 95 muertes por causas cardiovasculares y 632 por otras causas. Se clasificó el consumo de café o té en una de tres categorías: ninguno, de 1 a 4 tazas cada día, o más de 4 diarias.
Se constató que los hombres tienden a beber mucho más café que las mujeres, mientras que estas últimas suelen beber más té que los hombres.
El café mostró una cierta tendencia hacia un incremento en la mortalidad por causas cardiovasculares en los sujetos con un consumo muy alto de café, en comparación con quienes no lo bebían, pero el efecto no fue significativo.
El té redujo de manera notable el riesgo de muerte por causas no cardiovasculares.
Curiosamente, la mayor parte del efecto del té sobre la mortalidad no relacionada con causas cardiovasculares se encontró en fumadores o exfumadores.
La cuestión que no ha sido aclarada en este estudio es, tal como reconoce Danchin: ¿Refleja el consumo de té un estilo de vida que incluye algunos hábitos buenos para la salud que son los responsables de ese descenso de mortalidad prematura por causas no cardiovasculares? ¿O es el té, por sí mismo, lo que mejora el resultado?
La Sociedad Europea de Cardiología representa a más de 80 000 profesionales en cardiología de toda Europa y otras regiones del Mediterráneo. Su misión es reducir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares en el continente. El congreso de esta organización es actualmente el más grande del mundo en de entre los dedicados a medicina cardiovascular.
septiembre 5/2014 (NCYT)