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El síndrome de maullido de gato afecta a la mandíbula, ya que al ser relativamente pequeña, suele producir maloclusión dental que dificulta el reflejo de morder y engullir comida.
El origen del síndrome de maullido de gato o «Cri du chat» se debe a una alteración cromosómica provocada por un tipo de deleción autosómica terminal o intersticial del brazo corto del cromosoma 5, caracterizada por un llanto que se asemeja al maullido de un gato. Se estima que la prevalencia es de un caso por cada 50 000 nacimientos.
A nivel bucodental, la mandíbula, relativamente pequeña, suele producir maloclusión dental que dificulta el reflejo de morder y engullir comida. «La mala implantación de los dientes causa maloclusiones por apiñamientos dentarios y son muy prevalentes las caries. Además, puede haber labio y paladar hendido y suele existir aumento del resalte de los incisivos superiores y glosoptosis», ha explicado Ángela Rodríguez, colaboradora clínica de pacientes especiales y cirugía bucal de la Universidad de Sevilla (US), durante unas jornadas celebradas en la Facultad de Odontología sobre síndrome de maullido de gato y odontología.
Según José Ramón Corcuera, colaborador clínico de pacientes especiales de la US, «el tratamiento dental con anestesia general plantea riesgos en estos pacientes». El paladar alto, la retrognatia mandibular y las anomalías en las vías respiratorias altas y en la faringe dificultan la intubación endotraqueal.
Minimizar riesgos
Por otra parte, la hipotonía muscular hace que la respuesta a los anestésicos pueda ser impredecible. «Por ello, el tratamiento odontológico con anestesia general será dificultoso y deberá estar bien indicado para minimizar los riesgos», ha señalado el experto. En estos casos, la intubación nasotraqueal puede ser de gran ayuda para los anestesiólogos, además de facilitar el tratamiento bucodental al dentista.
Los cuidados dentales son esenciales para mejorar la calidad de vida de estas personas. Precisamente, estos colaboradores de la Universidad de Sevilla llevaron a cabo un estudio completo de 38 pacientes pertenecientes a la Asociación Nacional de Afectados por el Síndrome del Maullido del Gato (ASIMAGA) mediante una radiografía panorámica frontal dental y una radiografía lateral de cráneo. A continuación, les sometieron a un estudio preoperatorio a través de una analítica completa, una radiografía torácica y un electrocardiograma.
Cirugía ambulatoria
De todos ellos, solo once aceptaron el tratamiento quirúrgico: dos de ellos fueron tratados de forma ambulatoria y nueve en el quirófano bajo anestesia general en el Hospital Infanta Luisa, de Sevilla, «donde hicimos un total de nueve tartrectomías, cuatro raspados y alisados radiculares en la boca completa, 61 restauraciones y cinco endodoncias con sutura», ha detallado el especialista de la Universidad de Sevilla.
septiembre 13/2014 (Diario Médico)