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Según un estudio publicado en «Nutrition & Diabetes» realizado por científicos del Jean Mayer USDA Human Nutrition Research Center on Aging, USDA HNRCA (Estados Unidos), sería posible entrenar al cerebro para que prefiriese alimentos bajos en calorías en vez de aquellos hipercalóricos. Una resonancia magnética cerebral realizada en hombres y mujeres adultos sugiere que es posible revertir el poder adictivo de la comida insana a la vez que se incrementa la preferencia por los alimentos sanos.
Los científicos sospechaban que, una vez que los circuitos de adicción de la comida poco saludable fuesen establecidos, sería difícil revertirlos. Con el objetivo de observar si el cerebro podía ser entrenado de nuevo para apoyar las elecciones de comida sana, los investigadores estudiaron un sistema de recompensa en 13 hombres y mujeres con sobrepeso, ocho de los cuales participaban en un nuevo programa de pérdida de peso diseñado por un equipo de la Universidad Tufts (Estados Unidos), mientras que otros cinco estaban en un grupo de control y no formaban parte del programa.
«El programa de pérdida de peso está diseñado específicamente para cambiar la reacción de las personas ante distintos alimentos y nuestro estudio muestra que aquellos que participaron en él presentaron un incremento en el deseo por los alimentos sanos además de una disminución en la preferencia por la comida insana», ha explicado Sai Krupa Das, de la USDA HNRCA.
A ambos grupos se les realizó una resonancia magnética cerebral al comienzo y al final de un periodo de 6 meses. En aquellos que participaban en el programa de pérdida de peso, las imágenes cerebrales revelaban cambios en áreas del centro de recompensa del cererbo asociados con el aprendizaje y la adicción. Tras seis meses, esta región presentaba un incremento en la sensibilidad a los alimentos sanos y bajos en calorías, indicando un incremento en la recompensa y el placer al consumir alimentos sanos. Esta región cerebral también mostró una disminución de la sensibilidad en alimentos poco sanos y altos en calorías.
«A pesar de que otros estudios han mostrado que los procedimientos quirúrgicos como el «bypass» gástrico pueden disminuir el modo en que las personas disfrutan de la comida en general, esto no es muy satisfactorio porque lo que elimina es el placer de comer en vez de hacer que los alimentos sanos resulten más apetecibles», ha explicado Thilo Deckersbach, del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos). «Hemos mostrado que es posible cambiar las preferencias respecto al tipo de alimentos sin necesidad de cirugía y que la imagen por resonancia magnética es una técnica importante para explorar el papel del cerebro en sus elecciones alimenticias», ha añadido.
septiembre 11/2014 (Diario Médico)