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Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en Madrid, ha descubierto la clave de la aparición de los dos primeros tipos de células de los mamíferos, que se establecen antes incluso de que se forme el embrión, en la etapa de desarrollo en la que los mamíferos están en la fase de blastocisto.
Los científicos del CNIC, en colaboración con investigadores del Hospital Infantil de Toronto, del Instituto Sloan-Kettering y de la Universidad de Kumamoto, han identificado un elemento regulador implicado en la función del gen que juega un papel más importante en la primera diferenciación celular que experimentan los mamíferos, que da lugar al tipo celular embrionario y extraembrionario. El hallazgo se publica en «Developmental Cell«.
Con la formación del blastocisto ocurre la primera distinción entre células. En esa etapa del desarrollo temprano pueden producirse abortos espontáneos, generalmente debidos a que el embrión tiene defectos estructurales que le impiden desarrollarse.
Como consecuencia de esta primera decisión de linaje que ocurre en el blastocisto se establecen dos poblaciones de células: las que darán lugar al trofectodermo (origen de la futura placenta) y las que formarán la masa celular interna, origen del resto del embrión y del organismo adulto.
«Esa segregación es clave ya que, por un lado, las células embrionarias pierden su totipotencialidad y, por otro, se genera un tejido, el trofectodermo, característico de mamíferos», explica Miguel Manzanares, principal autor del estudio. De ese tejido se origina el trofoblasto que, tras diferenciarse en varios tipos celulares, forma la placenta y las membranas amnióticas. Aquí, el gen Cdx2 resulta esencial en la segregación del trofectodermo frente a la masa celular interna.
El equipo de Manzanares, con Teresa Rayón (primera firmante del estudio) y Sergio Menchero, en colaboración con el grupo José Luis de la Pompa -también del CNIC- y los investigadores del resto de entidades mencionadas, ha identificado un elemento regulador de la función de Cdx2.
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«El elemento que hemos descubierto dirige la expresión de un gen marcador de una manera restringida al trofectodermo, siendo esencial para comprender la información que recibe y procesa Cdx2 para activarse y ejercer su función», subraya Teresa Rayón.
Además, han descubierto que la vía de señalización de Notch está implicada en la formación del trofectodermo junto con Tead4, un gen recientemente implicado en esta primera decisión. Han caracterizado que la regulación conjunta y en paralelo de Notch y Tead4 se procesa sobre el elemento regulador de Cdx2 identificado, de tal forma que se garantiza el correcto desarrollo del embrión ya que demuestra que existen mecanismos de compensación en estos estadios de desarrollo para favorecer la viabilidad del embrión.
«Los aspectos importantes de la especificación temprana del trofectodermo se conservan entre humano y ratón, por lo que el conocimiento de los procesos de formación de linajes murinos nos ayudará a comprender mejor lo que ocurre en humanos y favorecerá la mejora de las tecnologías de reproducción asistida», apunta Manzanares. «También facilitará la investigación de las influencias genéticas en la diferenciación de trofoblasto temprano».
septiembre 10/2014 (Diario Médico)